El contrabando más lucrativo de Colombia, vender combustible proveniente de Venezuela, ha quebrado en el país.
Los colombianos han traficado gasolina “gratuitamente” de Venezuela por años, y la han negociado con consumidores dispuestos a pagar mucho más, pero aún mucho menos del precio estándar en Colombia.
La gasolina de Venezuela, que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, es, de lejos, la más barata que existe: se puede comprar todo el combustible de un camión cisterna de 10.000 galones por una fracción de un centavo de dólar estadounidense.
Pero las refinerías han cerrado operaciones o funcionan a baja capacidad, generando filas de hasta 12 horas en las estaciones de gasolina del país.
Produciendo que la economía en la frontera colombiana sufra.
Recordemos que el consumo de gasolina en la frontera era prácticamente 100% venezolana, pero ahora, a raíz de la crisis del país, la frontera y la escasez del combustible ha empeorado.
Los corredores tradicionales de contrabando de combustible están cada vez más desiertos y los montones de garrafones de plástico llenos de gasolina han desaparecido.
Sin embargo, en Colombia aún hay vendedores de combustible de contrabando pero que ya no la venden tan barata, ahora han triplicado aproximadamente US$5 por galón.