El pasado puente festivo dejó en el Atlántico una serie de hechos trágicos que enlutan al departamento.
Fueron 9 las personas fallecidas en accidentes automovilísticos y muertes por causas violentas.
Lo paradójico de esta cifra es que aumentan considerablemente, justamente cuando las autoridades deberían de ampliar su plan de seguridad y contingencia por ser tres días de movilidad y celebración para los atlanticenses.
El inicio de esta serie de hechos lamentables, comenzaron desde el viernes 28 de junio, donde falleció el patrullero de la Polícia, Leonardo Jesús Poveda Rodríguez, de 29 años, al perder el control de su motocicleta institucional, y colisionar contra una gualla.
La racha continuó ese mismo día, en horas de la tarde, esta vez la víctima fue Robinson Rafael Medina Gómez, de 42 años, quien fue arrollado por un vehículo en la vía Circunvalar y que posteriormente falleció en la Clínica Portoazul.
En horas de la noche, en la calle 30 con carrera 43, ocurrió el tercer accidente fatal, en el que un conductor perdió el control de su vehículo arrollando a seis personas que departían en un andén, entre ellas Franklin Javier Yépez Primo, quien falleció instantáneamente en el lugar, mientras que los demás terminaron lesionados.
Al siguiente día, en las horas de la noche, la rafaga continuó cobrando la vida de Lizeth Johana Lázaro Romero, de 24 años, quien falleció cuando se movilizaba en su moto y fue arrollada por un bus de Sobusa en el barrio Cevillar.
En la madrugada del domingo ocurrió una tragedia que enlutó a toda una familia, pues fallecieron los hermanos Rubén Darío, Guillermo Enrique y Sergio Luis Zabaleta Gutiérrez; y su vecino Manuel Thomas Pacheco, cuando un bus de servicio especial se salió de la vía y los arrolló sobre la Vía Oriental, a la altura de Malambo.
En las horas de la tarde del mismo día, María Fernanda Aguilar, recordada por su participación en el ‘Desafío Súper humanos’ como representante de los Costeños, murió por inmersión en las playas de Padromar, municipio de Puerto Colombia, en el departamento del Atlántico.
A “Mafe” la alcanzaron a llevar al centro de salud del municipio, pero llegó sin signos vitales.
Cada lunes festivo se registran este tipo de actos, pero, ¿por qué?
¿Será que el dinero, los festivos y el alcohol, son ingredientes perfectos para crear un cóctel violento? o, ¿es la intolerancia e imprudencia por parte de los atlanticenses?
Las dudas son extensas y las respuestas cortas. Sin embargo, no sólo hay que poner en cuestionamiento la conducta de la ciudadanía, también habría que echarle ojo a la labor de las autoridades departamentales y conocer de primera mano sí su labor está siendo eficaz, competente y oportuna en estas fechas.