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Rusia y China buscan evitar una escalada de tensión en Corea del Norte


Rusia y China acordaron promover una iniciativa común para arreglar el conflicto coreano, que implicaría la congelación del programa armamentístico de Corea del Norte y el fin de las maniobras de Estados Unidos y Corea del Sur. El presidente ruso, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping, se han reunido en el Kremlin para abordar la cooperación bilateral y asuntos internacionales, en medio de la tensión creada por el anuncio de Corea del Norte de que ha lanzado por primera vez un misil balístico intercontinental. Rusia asegura que el cohete era de alcance medio.

«La solución del problema en la península coreana con el fin de garantizar una paz y estabilidad sólidas en el noreste de Asia figura entre las prioridades de la política exterior común», ha dicho Putin a los medios tras reunirse con Xi en el Kremlin. Rusos y chinos quieren evitar una escalada de la tensión en Corea del Norte, entre otras cosas para evitar una mayor presencia de EEUU en esa zona.

Los dos países «piden a todas las partes moderación y renunciar a los actos provocadores y a la retórica belicista» indicaron sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores en un comunicado común. También dice que EEUU debe detener inmediatamente su despliegue del sistema anti-misiles THAAD en Corea del Sur, un armamento que Washington dice que es necesario por la amenaza de los misiles norcoreanos. De hecho el último ensayo de Corea provocó una fuerte reacción del presidente estadounidense Donald Trump que pidió a Pekín, a día de hoy el principal aliado de Pyongyang, «acabar con esta tontería de una vez por todas». Expertos estadounidenses han dicho que el proyectil podría alcanzar Alaska.

Corea del Norte busca dotarse con misiles intercontinentales para alcanzar el territorio estadounidense, ante la amenaza de una invasión que suponen los 28.000 soldados que tiene desplegados Estados Unidos en Corea del Sur.

«Sea cual sea la situación en el exterior, nuestro compromiso en el desarrollo de las relaciones ruso-chinas siguen siendo inquebrantable», ha señalado Xi Jinping. Las relaciones entre Moscú y Pekín han mejorado sus perspectivas a la vez que ha empeorado la comunicación con EEUU. Desde que en 2014 Occidente restringiese el acceso al crédito de Rusia e impusiese sanciones, Moscú a aumentado su interés por el mercado chino, que ese mismo año firmó un acuerdo para suministrar gas al gigante asiático.

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La cita de hoy es un aperitivo de la cumbre del G-20. Medio año después de la llegada de Donald Trump al poder, el presidente estadounidense y su homólogo ruso se reunirán el viernes por primera vez coincidiendo con la cumbre, que se celebra en Hamburgo. Según el portavoz de Putin, Dimitri Peskov, está previsto que los mandatarios mantengan un exhaustivo encuentro bilateral. Tras el ataque de Washington en Siria, Trump ha dicho que las relaciones con Moscú se encuentran en su peor momento.

«Seguiremos teniendo contactos para que la diplomacia siga guiando a ambos países», ha dicho Xi. Los acuerdos firmados abarcan la cooperación en ámbitos como el de las carreteras, la aviación y la energía. También en el de los medios de comunicación: Rusia va a lanzar Katyusha, un nuevo canal de televisión en China.

La anterior reunión de Xi Jinping y Vladimir Putin tuvo lugar el 8 de junio en Astaná, en paralelo a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. Los líderes de China y Rusia suelen tener varias citas cada año, tanto en el formato de cooperación bilateral que ambos países califican de estratégica como en el marco de grupos internacionales como el G20, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y BRICS. Xi, quien desde Moscú se dirigirá a Alemania para participar en la cumbre del G20, también tiene previsto reunirse con Trump en Hamburgo.


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