De la Calle liderará al Partido Liberal en las presidenciales del año próximo
El exjefe del equipo negociador con las FARC, Humberto de la Calle, fue elegido ayer como candidato del Partido Liberal Colombiano para las elecciones presidenciales de 2018 en una consulta muy criticada por su alto coste y que no suscitó gran interés entre la ciudadanía.
Con la totalidad de las mesas escrutadas, De la Calle obtuvo 365.658 votos, equivalentes al 52,96 % de los votos depositados, mientras que Cristo recibió 324.777 papeletas (47,03 %), según la Registraduría Nacional, autoridad electoral.
Al tratarse de una consulta abierta estaban llamados a participar los 35 millones de ciudadanos habilitados para votar, pero sólo acudieron 744.521 electores, lo que supone una bajísima participación del 2,12 % del censo.
«Gracias por señalar el camino, porque con nuestra victoria de hoy empezamos a caminar juntos hacia un nuevo país en que quepamos todos, absolutamente todos», manifestó De la Calle ante decenas de seguidores que lo acompañaron a seguir el escrutinio.
El político convocó a los liberales para hacer «un frente común» en las elecciones presidenciales del próximo 27 de mayo con el fin de derrotar a los que, según dijo, «quieren que nada cambie en este país».
«Se abre ante nosotros el camino para un nuevo país, donde no haya más violencia; ni más coca, ni un solo campesino que no vea otro horizonte diferente a trabajar para los delincuentes», agregó.
De la Calle calificó como «un ejercicio democrático, un paso en la democracia interna de los partidos», la consulta del Partido Liberal, muy criticada por diferentes sectores por su elevado coste de 40.000 millones de pesos (unos 13,3 millones de dólares), pagados en su totalidad con dinero público.
Para muchos analistas y políticos, el Partido Liberal, que fue durante más de un siglo uno de los pilares del bipartidismo en Colombia y cuyo poderío electoral ha mermado en los últimos 20 años, debería haber buscado otra fórmula de elección de su candidato para que ese dinero fuera gastado en necesidades más urgentes del país.
De la Calle, de 71 años y abogado de profesión, es un veterano de la política nacional que, entre otros cargos, ha sido magistrado de la Corte Suprema de Justicia y ministro de Gobierno, cartera cuyo nombre cambió luego por el de Interior.
Desde esa posición representó al Gobierno en la Asamblea Nacional Constituyente que, en 1991, reformó la Carta Magna de 1886 y dotó al país de una más moderna.
Entre 1994 y 1996 fue vicepresidente con Ernesto Samper, de quien se apartó a raíz del escándalo del «Proceso 8.000», una investigación abierta por la presunta financiación del cartel de narcotraficantes de Cali a la campaña presidencial.
Por esa razón De la Calle renunció a la Vicepresidencia y se mantuvo en un segundo plano aunque con cargos diplomáticos hasta 2012 cuando el presidente Juan Manuel Santos le encargó que fuera jefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz con las FARC.
La defensa del acuerdo de paz firmado el 24 de noviembre del año pasado es justamente la bandera de su campaña con lemas como «Un país donde quepamos todos» y «Un líder de verdad».
Pese a la buena imagen que dejó en la sociedad colombiana su rol como negociador las encuestas no le son favorables, con un favoritismo que ronda el 6 %.
Cuando faltan seis meses para la primera vuelta de las presidenciales, De la Calle aparece lejos de grandes favoritos como el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo o el candidato por definir del partido opositor Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe.
El Centro Democrático anunció el pasado viernes que mañana comenzará una encuesta, de la que no dio mayores detalles, para escoger a su candidato de un abanico de cinco políticos que aspiran a ser ungidos como abanderados del uribismo.
EFE
