En 2018, entre subfacturación e ingreso de productos por zonas irregulares, Colombia dejó de percibir cerca de $4 billones gracias al ingreso ilícito e irregular de mercancías a Colombia.
Es decir, a Colombia le cuesta tanto el contrabando, que con los dineros que se dejan de percibir se podría haber financiado media reforma tributaria, como la que se aprobó el año pasado.
Así se desprende de un informe publicado por la Dian, en el que se usó como base, los datos de exportaciones desde los demás países hacia Colombia y las declaraciones de importación, que, en teoría, deberían coincidir.
Este informe da cuenta que en Colombia se sostiene la presencia fuerte, tanto del contrabando abierto como del técnico.
El contrabando técnico es el que más afecta las finanzas estatales. Este consiste en ingresar productos al territorio nacional, pero reportando menores cantidades, valores o simplemente asegurando que son otros productos, de tal modo que se paguen menos impuestos.
Por el lado del contrabando abierto, que tiene que ver con la evasión de los controles aduaneros, se estimó el año pasado en un valor cercano a los 726 millones de dólares.
Según el reporte, al hacer los análisis, se encontró que “entre contrabando técnico por subfacturación y el abierto suman un total de 4.899 millones de dólares en 2018, lo cual, frente a 5.022 millones del 2017, representa un descenso del 2,5 por ciento”.