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Atentado terrorista en zona turística de Barcelona


Al menos 13 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en el atentado ocurrido este 17 de agosto en Barcelona cuando una furgoneta atropelló a decenas de viandantes en una céntrica zona turística de esa ciudad del noreste de España, informaron las autoridades regionales de Cataluña.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a una persona en relación con el atentado. Sería Diss Oukabir, un joven de origen magrebí con residencia legal en España que podría haber alquilado la furgoneta blanca con que fueron arrolladas las víctimas en Las Ramblas, una de las zonas más concurridas y turísticas de la ciudad, según fuentes policiales.

Poco después, un sospechoso que se había saltado un control policial tras el atentado fue encontrado muerto en su carro, a tres kilómetros de donde la policía intentó detenerlo a tiros.

La Policía regional de Cataluña desmintió además que haya ningún sospechoso atrincherado en un bar del centro de Barcelona, como se había difundido en redes sociales y en algunos medios de comunicación.

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El atropello ocurrió pasadas las 15:00 horas GMT, cuando la furgoneta comenzó a desplazarse a gran velocidad «haciendo eses» y embistiendo a los transeúntes, según un testigo de los hechos.

El conductor de la furgoneta huyó, pero las fuerzas de seguridad creen que una segunda persona puede estar implicada en el ataque porque localizaron otro vehículo en la localidad barcelonesa de Vic, que no contiene explosivos, en la que podría haber huido uno de los autores.

Al parecer, la furgoneta causante del atropello partió de la estación de metro de las Ramblas, circuló por el carril central de esta avenida e impactó contra varios vehículos en el recorrido, que terminó prácticamente en la entrada del Liceu (la ópera de Barcelona).

Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona mientras que los equipos de emergencias sanitarias desplegaron un amplio dispositivo de asistencia a las víctimas.

Las Ramblas es la gran avenida popular de Barcelona, el lugar en que históricamente la ciudad celebraba los triunfos del Barça, se manifestaba o daba rienda suelta a sus bajas pasiones.

En el siglo XIX, Barcelona destruyó las murallas que limitaban su crecimiento y se construyó un paseo para unir la parte alta de la ciudad al mar, naciendo las Ramblas.

Aunque últimamente los barceloneses parecen haberlo abandonado para cederlo al turismo, ese paseo del centro histórico, que discurre entre la plaza Cataluña y el viejo puerto, ocupa un lugar especial en el corazón de la ciudad.

Tanto, que da lugar a un verbo barcelonés, «ramblear», que significa recorrer el paseo. En otros tiempos, coincidían en ella los grandes burgueses catalanes que acudían al teatro de la ópera del Liceo, con los marineros estadounidenses, las prostitutas, las floristas, los vendedores de pájaros y los marchantes de la Boquería, el mercado de alimentos más emblemático de la ciudad.

Las Ramblas atravesaban el corazón de la ciudad, y a su alrededor están la sede de los poderes políticos, el gobierno catalán y el de Barcelona, el espiritual, con la catedral y la gran iglesia de Santa María del Mar, y el monetario, con las sedes de La Caixa o la medieval Llotja del Mar, al final del paseo, tocando al mar, donde se cerraban los detalles de las expediciones comerciales mediterráneas de la Corona de Aragón.

El paseo está dividido en cinco tramos. Empezando en su parte alta, se le llamaba «la Rambla de Canaletas, donde está la fuente de Canaletas, una fuente del siglo XIX de la que dicen que quien bebe de ella vuelve a Barcelona», explica el ayuntamiento.

El siguiente tramo era la Rambla de los Estudios, porque albergó una de las primeras universidades de Barcelona, y que acogía además el palacio de la Virreina, regalo del virrey del Perú hacia su segunda esposa.

Le seguían la Rambla de las Flores, por sus puestos de floristas, la de los Capuchinos, con la Boquería y el Liceo, y acababa en la de Santa Mónica, desembocando al mar allí donde se erige la gran estatua de Cristobal Colón señalando a América.

El ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico en un comunicado difundido por su agencia de propaganda Amaq: «Los asaltantes del ataque de Barcelona eran soldados del Estado Islámico».

«La operación fue realizada en respuesta a los llamados contra los Estados de la coalición» internacional antiyihadista que opera en Siria e Irak, agregó.

El ataque mereció una dura condena de la casa real española en Twitter: «Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos».

«Los terroristas nunca derrotarán a un pueblo unido que ama la libertad frente a la barbarie», señaló de su lado el jefe de gobierno, Mariano Rajoy, quien se desplazaba hacia Barcelona junto con su vicepresidenta y el ministro del Interior.

La Santa Sede envió un mensaje diciendo que el papa Francisco «reza por las víctimas» del atentado y manifiesta su «cercanía» con el pueblo español y los familiares de las víctimas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó «el terrible ataque en Barcelona» y destacó: «Permanecemos unidos en la lucha contra el terrorismo».

«Estados Unidos condena el ataque terrorista en Barcelona, España, y haremos lo que sea necesario para ayudar. ¡Sean duros y fuertes, los queremos!», escribió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta de la red social Twitter.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, escribió en español en su cuenta de la red social Twitter: «Toda Europa está con Barcelona. Nuestros pensamientos están con las víctimas y con todos los afectados por este cobarde atentado», mientras el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, recalco: «Toda la UE unida en defensa de la paz».

 

 


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