Más del diez por ciento de la población mundial es obesa
Nueva York (EEUU), Jun 14. Más del 10 por ciento de la población mundial es obesa. El aumento notorio de esta condición durante los últimos treinta años ha causado problemas de salud y millones de muertes prematuras, de acuerdo con un nuevo estudio hecho a partir de una extensa investigación sobre el tema.
El estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, mostró que el problema está en todo el planeta, incluso en regiones que han padecido en diversos momentos por la escasez alimentaria, como África.
La investigación fue llevada a cabo por el Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington y financiada por la Fundación Gates. Estudió 195 países y encontró que las tasas de obesidad se han duplicado en 73 de ellos –incluidos Venezuela, en donde tienen una dieta alta en carbohidratos, y Turquía– entre 1980 y 2015, y que “se han incrementado de manera continua en la mayoría de las otras naciones”.
Chile, por ejemplo, ocupa el vigésimo lugar en la lista pues un cuarto de su población es obesa. México está en la decimosexta posición de obesidad adulta, el país de la región con la tasa más alta; en 2015 murieron 57 mil mexicanos por enfermedades vinculadas al sobrepeso.
Los investigadores analizaron más de 1800 grupos de datos de todo el mundo y hallaron que el peso excesivo tuvo un efecto en cuatro millones de muertes en 2015 de enfermedades del riñón y corazón, así como diabetes y otros factores. La tasa de mortalidad per cápita aumentó 28 por ciento respecto a 1990 y el 40 por ciento de las muertes se dieron entre personas que tenían sobrepeso pero no tanto como para entrar en la calificación de obesidad.
El estudio define esta como tener un índice de masa corporal de 30 o más, mientras que se tiene sobrepeso si el índice de masa corporal está entre 25 y 29.
Tomando eso en cuenta, los autores del estudio reportaron que alrededor de 604 millones de adultos en todo el mundo son obesos y que lo son unos 108 millones de niños. Las tasas de obesidad infantil han aumentado más que las de la obesidad adulta en muchos países.
“Las implicaciones globales (del estudio) son inmensas”, dijo Barry Popkin, profesor de Nutrición en la Universidad de Carolina del Norte y quien no estuvo involucrado en la investigación. “Demuestra lo que sabemos: ningún país del mundo ha reducido los niveles de sobrepeso u obesidad. Eso es sorprendente dados los costos económicos y de salud que se derivan de esos problemas”.
El estudio no indagó sobre las causas de la obesidad, pero los autores dijeron que el que sean cada vez más accesibles los alimentos baratos y bajos en nutrientes es un factor importante; el que tengamos una menor actividad física no lo es tanto.
“El cambio en la actividad física se dio antes del aumento global en la obesidad”, dijo el Dr. Ashkan Afshin, principal autor del estudio y profesor del Institute for Health Metrics and Evaluation.
“Hay más comidas procesadas, más alimentos con mayor contenido calórico, más mercadotecnia de esos productos y estos están más disponibles y son más accesibles”, añadió. “El ambiente alimentario parece ser el causante principal de la obesidad”.
Aunque expertos como Adam Drewnowsk, director del Center por Public Health Nutrition de la Universidad de Washington, dijo que es más fácil hablar de que la gente coma de manera más saludable que lograr que lo haga en realidad.
La “comida poco saludable cuesta menos y los alimentos más saludables cuestan más. La gente come lo que puede pagar”, dijo.
El aumento en la obesidad se caracteriza de dos maneras. La primera incluye a los países que registraron un alza considerable en el porcentaje de su población, como Estados Unidos, Arabia Saudita, Algeria o Egipto. La segunda se dio cuando la tasa aumentó mucho más rápido, aunque la obesidad no aumentara tanto como la proporción de la población. Eso se vio en América Latina, África y China.
Ahí, por ejemplo, menos del uno por ciento de la población era obesa en 1980, pero ahora lo es más del cinco por ciento. Las naciones africanas Burkina Faso, Mali y Guinea-Bissau registraron el aumento más pronunciado; en el primero de estos países la tasa en 1980 rondaba el 0,33 por ciento de la población y actualmente alcanza el siete por ciento de la población.
“El peso de salud y económico en el futuro para estos países es inmenso”, dijo el Dr. Popkin, de la Universidad de Carolina del Norte.