El Gobierno de Colombia dice que la economía del país no crece al ritmo esperado porque según ellos las cifras se frenan principalmente por el poco valor agregado de la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales.
Entonces, a raíz de esto, el Ministerio de Vivienda, liderado por Jonathan Malagón, lanza una propuesta para reactivar el sector de la construcción.
La nueva dinámica busca facilitar el acceso a vivienda no VIS aumentando el porcentaje de financiación del 70% a 90%.
La norma establece, entre otros criterios, los porcentajes máximos de financiación de vivienda: 70% para vivienda mayor a VIS, 80% para vivienda VIS y una tasa límite para los créditos que fija la Junta Directiva del Banco de la República.
No obstante, analistas económicos señalan que la propuesta, que tendría que ser reglamentada y aprobada a través de un Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), debe ser mirada con cuidado.
Ya que es necesario revisar con detenimiento el mecanismo y las circunstancias en las que se flexibilizaría el crédito, teniendo en cuenta la capacidad de pago de las personas que quieran adquirir una vivienda.
Es comprensible la preocupación del Gobierno por la dinámica del sector vivienda, pero, ¿por qué se produjo este resultado en la actividad hipotecaria del país?
Allí es donde se deben arreglar los graves problemas que hoy experimenta el sector de la vivienda.