Muchos consideran que los millennials son una generación con un comportamiento muy diferente frente al de los consumidores de otras generaciones, pero, ¿está premisa será del todo cierto?
Si se compara con generaciones anteriores, los millennials no son menos ambiciosos, pues quieren tener altos salarios y ser ricos.
Sin embargo, sus prioridades han cambiado por limitaciones financieras o de otro tipo.
El comercio entiende que los millenials tienden a ahorrar y consumir pensando a corto plazo, por aquello de la inmediatez. Es esta la generación que ha pospuesto temas como tener casa propia o iniciar una familia.
Tener hijos y comprar casa, que tradicionalmente se han considerado “marcadores de éxito” en la edad adulta, no son las prioridades en su lista de ambiciones.
En cambio, viajar y ver el mundo está en el top de la lista, así como se sienten más atraídos por tener un impacto positivo en sus comunidades o en la sociedad en general.
Aunque estas son algunas de las ambiciones de los millenials, ¿éstas serán realizables?
En general, los millennials creen que sus aspiraciones se pueden alcanzar pero les preocupan los desafíos sociales globales.
Las empresas se han dado cuenta de que ser transparentes respecto a sus procesos de producción y dar a conocer sus programas de responsabilidad social es una manera de enganchar a los jóvenes.
Debido a que esta generación ha desarrollado un modo de conciencia que implica que los productos que adquieren no solamente sean de buena calidad, sino que haya un proceso ético y medioambientalmente responsable justo detrás.