En un esfuerzo por apalancar a la zona euro, el Banco Central Europeo prometió este jueves seguir inyectando indefinidamente estímulos a la economía mediante compras de activos y recortes de tasas de interés.
El BCE redujo su tasa de depósitos bancarios en 10 puntos básicos a un mínimo histórico de -0,50%, prometiendo que los costos del crédito se quedarían bajos por más tiempo. Asimismo dijo que reanudará sus compras de bonos a un ritmo de 20.000 millones de euros al mes desde el 1 de noviembre.
Esta decisión de Mario Draghi, Presidente del BCE, podría guiar a la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Japón a adoptar dicha medida, a fin de ayudar a una economía mundial que destaca por su débil crecimiento.
Pero aún quedaban dudas respecto a si las medidas del BCE, las últimas restantes en su arsenal de política monetaria, serán suficientes para garantizar una recuperación de la zona euro, ante las presiones generadas por la disputa comercial y los posibles efectos del Brexit.