Aunque Venezuela siempre se destacó como “el país del béisbol” en Sudamérica, el fútbol comenzó a destacarse pero sin levantar gran devoción.
La Vinotinto acostumbró a los venezolanos a recibir golpe tras golpe en las competiciones continentales. Sin embargo, a principios del año 2000, la cosa cambió cuando el Gobierno de Hugo Chávez invirtió en el fútbol.
En 2002 por primera vez la Selección Venezolana no fue el colista de las eliminatorias del Mundial, ganando 4 partidos en la recta final. A raíz de ésto, en 2007 el país se gastó más de 700 millones de dólares para ser la sede de la Copa América, logrando que los estadios superaran la media de 40.000 hinchas por partido para ver cómo su selección llegaba a cuartos de final.
El éxito invertido no sirvió para propulsar la liga local, que todavía sufre con una infraestructura precaria y equipos semiaficionados, pero ayudó a popularizar la modalidad.
Este empujón plantó la semilla en el fútbol venezolano, permitiendo que el equipo Vinotinto alcanzara sus mejores resultados en las eliminatorias de los Mundiales de 2010 y 2014, además de conseguir un cuarto lugar en la Copa América de 2011.
Sin embargo, el país petrolero ya no es tan generoso económicamente con el fútbol como lo fue al inicio el chavismo.
A pesar que los clubes locales son todavía más débiles gracias a la megacrisis política, económica y social que afronta el país, que la Vinotinto llegue a enfrentar una Copa América genera un ruido esperanzador para los venezolanos en medio del caos.
El director técnico de la Selección de Venezuela, Rafael Dudamel, ha tenido que apagar varios incendios internos en cuanto a la relación que tienen los jugadores con el Gobierno, pues todos ellos están insatisfechos con la federación, quien es dirigida por partidarios de Maduro.
Sin embargo, Dudamel dice que la «Vinotinto juega para los venezolanos, para darle alegría al pueblo».
Durante la Copa América, la Selección Venezolana es ajena a las disputas de su país, pues se esfuerzan, dejando el alma en la cancha, para convencer a los venezolanos que el fútbol es el protagonista de su historia aún en su peor crisis económica y social.
