China prometió que ejecutaría represalias contra Estados Unidos y ayer cumplió con esa promesa, anunciando que detuvo las compras de productos agrícolas estadounidenses que sus empresas venían ejecutando, y dejó abierta la puerta a imponer nuevos aranceles a las importaciones desde EE. UU.
Esa acción llevó a Wall Street a presentar la peor jornada en lo que va de 2019 con una pérdida en el Dow Jones de 2,9%, o lo que es lo mismo, una caída de 767,27 puntos hasta 25.717,74 unidades.
Por un lado, la moneda de China presentó ayer un fuerte descenso hasta 7,0536 por cada dólar, lo que supone su menor nivel desde el 2008 y disparó la especulación en el mercado de que el país asiático había bajado artificialmente el precio para afectar a Estados Unidos.
De hecho, el Gobierno de Donald Trump dio por hecho esa acción y acusó a China de “manipular su moneda”, incluyéndole en la lista en la que no entraba desde 1994.
No hay que olvidar que la semana pasada Trump sorprendió al anunciar que, desde septiembre, impondría aranceles del 10% a US$300.000 millones de productos chinos, amenazando así con gravar todo el comercio con la segunda economía mundial.