Aunque desde el 1 de enero de 2016, Venezuela se comprometió con devolver los millones de pies cúbicos de gas natural que Colombia le había suministrado sin pago, es la hora y no hay devolución.
En lo que sí hay claridad, es que la deuda es tan alta, que si hoy se abriera la válvula, el citado combustible que enviaría Venezuela representaría el 50% del consumo diario de los colombianos.
Así lo dejó entrever Eric Flesch Santoro, CEO de Promigas, al precisar que de materializarse este escenario, para el país significaría la entrada de 500 millones de pies cúbicos diarios (Mpcd), sumado a los 400 Mpcd que ingresarían por la planta regasificadora de Barú.
Ante este escenario, se abre el debate, en caso tal Venezuela regresará el gas natural al país, ¿la demanda del combustible en Colombia sería atendida sin contratiempos?
“No se pueden olvidar o engavetar los volúmenes de gas natural que nuestros vecinos nos deben. Hay un gasoducto construido, y se espera que una vez se normalicen las relaciones entre ambas naciones y se reactive el acuerdo, se comenzaría a recibir el combustible”, explicó Flesch Santoro.
El envío a Venezuela de alrededor de 150 millones de pies cúbicos al día de gas natural desde el 2008 hasta el 2015, se dio gracias a un acuerdo de reciprocidad, del cual solo se ha cumplido desde este lado de la frontera.
Vale traer a colación que Colombia en la actualidad posee 3,8 terapiés cúbicos en reservas probadas de gas las cuales se extenderían para 9,8 años, y que representan una caída del 2,9%, al pasar de 3.896 gigapiés cúbicos (Gpc) en el 2017 a 3.782 Gpc en el 2018.
Entre tanto, la opción de importar gas desde Venezuela es de largo plazo y está sujeta a la normalización de las relaciones de los dos países.
