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Cuba se acerca a la abstención más alta en unas parlamentarias desde 1959


La Habana (EFE).- Las elecciones parlamentarias que Cuba celebró este domingo van camino de convertirse en las de mayor abstención desde el triunfo de la revolución, según los datos provisionales difundidos por el Consejo Electoral Nacional (CEN).

Según esta institución, a las cinco de la tarde había votado un 70,34% del censo electoral, lo que supone 8,23 puntos porcentuales menos que, a esa misma hora, en las parlamentarias previas (2018). Aquellas registraron la menor participación de la etapa socialista del país.

Los colegios siguieron abiertos dos horas más, pero no se prevé que se difundan más datos durante esta jornada, según indicó en conferencia de prensa la presidenta del CEN, Alina Balseiro. Probablemente se publiquen datos preliminares este lunes.

La participación en las elecciones parlamentarias en Cuba era históricamente alta. Entre 1976 y 2013 quedó por encima del 90% y sólo en 2018 cayó por primera vez por debajo de esa barrera, hasta el 85,65%.

En comparación, la abstención en las citas con las urnas del año pasado en Cuba fue mayor. En las elecciones municipales de noviembre pasado alcanzó el 31% y en el referendo del Código de las Familias celebrado en septiembre se situó en el 26%.

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Estas tasas de participación son altas en relación a cualquier país del hemisferio occidental y de muchas democracias liberales. Sin embargo, la situación en Cuba es diferente -según apuntan expertos- por tratarse de un ejercicio limitado en el que de alguna forma se plebiscita el sistema político.

Sin oposición

En los comicios de este domingo se presentaron 470 candidatos para el mismo número de asientos, ninguno de la oposición.

Prácticamente todos los abanderados son militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC, única legal), sus juventudes o de organizaciones afines. Tampoco hubo observadores internacionales.

El Gobierno cubano, el PCC, las instituciones y los medios del Estado han instado en las últimas semanas a votar en bloque por todos los candidatos propuestos por cada distrito en mensajes reproducidos en bucle en los medios estatales.

En la boleta, los votantes tuvieron la posibilidad de poner la “x” en la casilla de todos los candidatos (siguiendo el llamado oficial), sólo junto a algunos nombres o, incluso, dejarla en blanco.

Este llamamiento al sufragio en bloque llevó a muchos, incluso los más fervientes seguidores del Ejecutivo, al desconocimiento de los candidatos de su circunscripción.

“No conocemos a todos los candidatos, pero votamos por la revolución”, le contó a EFE Rafaela, una cubana de 67 años a las afueras de un colegio electoral de La Habana.

En un intento para promover el voto, todos los establecimientos en moneda extranjera (conocidas como MLC, las mejores surtidas en Cuba) no abrieron este domingo en la capital cubana.

Sin datos contrastables

La falta de misiones internacionales de observación fue una de las mayores críticas de la disidencia y distintas ONG como Transparencia Electoral.

“Los resultados emitidos por el Consejo Electoral Nacional son incontrastables” y van en sentido contrario “de la tendencia abstencionista que el mismo CEN reflejaba” en comicios pasados, censuraron a EFE fuentes de la organización.

En ese mismo sentido, pidieron “una auditoría independiente para que los resultados anunciados sean confiables”.

Activistas y opositores cubanos denunciaron este domingo distintos actos de represión contra periodistas no oficialistas y disidentes que trataban de ejercer tareas de observación en los comicios.

La ONG Cubalex está registrando incidentes de este tipo en un fichero público en internet. Hasta las 21.00 hora local (1.00 GMT del lunes) había identificado 27 casos de represión con una treintena de afectados.

En días previos, disidentes y comunicadores no oficialistas denunciaron haber recibido presiones y amenazas por promover la abstención o prepararse para realizar tareas de observación electoral, como el opositor Manuel Cuesta Morúa.

“Los activistas que están observando en varias provincias hablan, en todos los casos y en horarios distintos, de urnas vacías”, denunció este domingo a EFE Cuesta Morúa.

Campaña por abstención

A falta de partidos y candidatos opositores en las elecciones, la disidencia promovió la abstención como señal de rechazo al sistema político cubano.

La caída progresiva de la participación desde 2018 ha sido leída por el Gobierno como una respuesta a la crisis económica. El propio presidente, Miguel Díaz-Canel, llegó a hablar de un “voto de castigo” durante el referendo del Código de las Familias.

Tras votar, el presidente desestimó la posibilidad de que el abstencionismo siguiera ganando terreno en las parlamentarias: “No creo que sean los más porque no ha sido (éste) el único momento con dificultades, con complejidades económicas”.

En los mismos términos se expresó el canciller, Bruno Rodríguez, en declaraciones a la prensa en un colegio de La Habana: “Las elecciones cubanas seguirán siendo distintas en el sentido de mayor participación y democracia que la mayoría que uno ve en el planeta”.


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