En agosto pasado, el Dane reveló que el desempleo se ubicó en 10,8%, es decir, el país continúa en el alza.
Sumado a eso, los costos laborales son una de las razones de peso del deterioro laboral en Colombia.
En ese contexto, el centro de pensamiento económico Anif volvió a insistir en su propuesta de un salario diferencial para jóvenes menores de 25 años.
En la propuesta, Anif habla del 75 % de un salario mínimo para jóvenes que van a entrar al mercado laboral en el primer año y requieren una etapa de formación y aprendizaje.
Es decir, ¿es justo que ganen menos solo por tener poca edad y experiencia?
No obstante, la controversia se da porque los jóvenes a los 25 años, aunque no han tenido experiencia laboral en algunos casos, si tienen una amplia preparación, lo que implica haber hecho grandes inversiones para estudiar varios idiomas, viajar y formarse hasta con maestrías.
Según el Dane, el desempleo en los jóvenes es aún más alto que el del promedio de la población: fue de 17,7 %, lo que se ha convertido en otro argumento para proponer la idea de un menor salario.
Si bien la tasa de desempleo juvenil duplica la tasa nacional de toda la población, la flexibilización como reducción de derechos ha demostrado ser ineficiente para corregir problemas del sistema laboral.