Según expertos es de gran beneficio para los trabajadores cualquier actividad breve que ayude a romper con la monotonía en el lugar de trabajo sobre las tareas físicas o mentales de una jornada. Los microdescansos pueden durar desde unos pocos segundos a varios minutos y pueden ser tan sencillos como hacer una taza de café, estirarse o mirar videos musicales. Aunque estos descansos sean pequeños pueden generar un gran impacto.
Los estudios demuestran que mejoran la capacidad de concentración, ayuda a evitar lesiones que se sufren en el escritorio cuando estamos todo el día sentados y cambiar la manera en que se ve el trabajo.
No existe una duración exacta ni la frecuencia sobre el microdescanso que se realiza, todo se ajuste a la manera en que mejor le funcione al trabajador. Lo que se recomienda es que sean breves y voluntarios.
Esta técnica fue inventada en los años 80 por investigadores del Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional en Ohio y la Universidad de Purdue en Indiana. Elolos querían averiguar si los descansos por períodos reducivos aumentaban la productividad o reducían el estrés.
Luego de varios años de investigaciones, las pruebas realizadas indicaron que que esta técnica ayudaba a reducir el estrés y hacía que los trabajadores regresaran más comprometidos y volvieran al trabajo más placentero.