Las finanzas del sector salud están siendo saneadas por estos días. Y para éste sistema, eso ha significado un bálsamo para pagar las deudas del régimen contributivo y subsidiado.
De acuerdo con el superintendente de salud, Fabio Aristizábal, el primer dinero que el gobierno pagará es a las EPS por procedimientos o medicamentos no incluidos en el plan de salud, también habrá aportes de los departamentos al régimen subsidiado.
“La deuda que tiene el Estado hoy con las EPS puede estar cercana a los cinco o seis billones de pesos, y los departamentos le deben hoy a las EPS del subsidiado cerca de dos billones, estaríamos hablando de siete billones de pesos, la obligación del sistema total puede estar entre 15 y 17 billones”, dijo Aristizábal.
Es posible que para los prestadores del servicio y los usuarios, este pago se convierte en una ventaja enorme, puesto que se va a generar liquidez, cambio en los estados financieros de la mayoría de las EPS, para que los prestadores de salud puedan sanear sus obligaciones tanto con sus proveedores, como con su talento humano.
Ahora, según el Minsalud, las mejoras se deben dar en tres frentes, “sin propósito no podemos trabajar juntos por el sistema de salud y ese objetivo es la Triple Meta: mejorar el estado de salud de la gente, responder a sus expectativas y garantizar la sostenibilidad financiera. Así vamos a lograr un avance colectivo del sistema”, puntualizó Uribe.
Pero, ¿será que este pago es la esperanza que se requería para mejorar la calidad y prestación de los servicios en el país?