La tecnología, una herramienta aliada de las empresas
Si bien es cierto que la tecnología es imprescindible para construir comunidades de práctica, entornos personalizados de aprendizaje y grupos de discusión, que favorezcan la gestión de la innovación empresarial, también es cierto que las mejores empresas para trabajar son aquellas donde sus colaboradores están satisfechos con lo que hacen; aprenden del ejemplo de líderes y están emocionalmente implicados por el significado del rol que asumen.
Es decir, cuando estas condiciones convergen, la soñada oportunidad de desarrollar organizaciones ágiles, dinámicas y flexibles podrá ser posible.
Sin embargo, suele ser común subestimar el impacto que la implantación de nuevas tecnologías tendrá sobre colaboradores temerosos ante la posibilidad de perder su trabajo, o de no ser capaces de adaptarse a las nuevas competencias exigidas por la implantación de nuevos sistemas operativos.
Y aunque también hay directivos reacios que subestiman el rol que la tecnología ejerce como factor de transformación de la función de Recursos Humanos, la implantación de cualquier aplicación tecnológica en el ámbito laboral, potencialmente implica la transformación, para bien, de sus prácticas, procesos y sistemas, donde están implicadas personas, cuya moral, motivación y disposición pueden aumentar favorablemente para los números e imagen de la empresa.
La implantación de tecnologías puede aprovecharse para potenciar el bienestar y compromiso del recurso más valioso de cualquier empresa, su gente.
El talento de personas comprometidas a su empresa y el vínculo de éstas con la tecnología, creará una empresa imparable en este mundo tan cambiante.