
A raíz de que el crecimiento de la economía mundial será del 2,9 % en 2019 y al 3 % en 2020, este jueves la OCDE rebajó sus previsiones anteriores.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó tres décimas su proyección para este año y otras cuatro para el que viene, en línea con una tendencia que se extiende en las mayores economías.
Con este pronunciamiento, la organización advirtió que es el aumento anual más débil desde la crisis financiera de 2008.

El panorama se ha vuelto «cada vez más frágil e incierto», atizado en gran parte por las tensiones comerciales y políticas, que minan la confianza y la inversión.
En mayo ya había rebajado sus perspectivas, y en este nuevo informe la organización con sede en París ratifica que, según los últimos acontecimientos económicos y financieros, la ralentización durará más de lo previsto.

El peso de la incertidumbre reinante recae sobre todo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China y en la perspectiva de un «brexit» (salida del Reino Unido de la Unión Europea) sin acuerdo.