Tanto el presidente, como el director deportivo y el entrenador del Inter, dejaron en claro que Mauro Icardi “no está dentro del proyecto”. Además, concretaron el arribo de Romelu Lukaku para reemplazarlo y le quitaron la camiseta numero ‘9’.
Aunque primero intentaron forzar su salida para antes del inicio de la pretemporada, ahora apuntan a culminar esta historia para antes del inicio de la Serie A de Italia.
Wanda Nara, a pedido del futbolista, bloquea las tratativas con Napoli y Roma. El delantero quiere conseguir tiempo para que Juventus pueda liberar espacio en ofensiva y conseguir el dinero suficiente para afrontar la transacción (el precio del argentino ronda los 80 millones de euros).
Los de Turín deben desprenderse de, al menos, uno de sus delanteros. Los apuntados para salir del club son los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala y el croata Mario Mandzukic.
Inter se encuentra en una vereda totalmente opuesta a la del rosarino, ya que mantiene una muy mala relación con la Vecchia Signora, pese a que sus directores deportivos trabajaron juntos en Turín.
Ante este panorama, los de Milano comenzaron a acelerar las gestiones con Roma, ya que ofrecería como parte de pago al bosnio Edin Dzeko, una vieja debilidad del director técnico Antonio Conte.
Si bien los de la capital italiana no clasificaron a la Champions league (disputarán la Europa League), buscan seducir a Icardi con ser la piedra principal del ambicioso proyecto que buscan armar el presidente James Pallotta y el director deportivo Gianluca Petracchi. Además, le ofrecen ser el mejor pago en la historia del club: 7 millones de euros por temporada.
De concretarse, esto aplazaría el sueño del delantero argentino de llegar a la institución en la que realmente anhela jugar.