La innovación como un aliado para el campo colombiano
Los colombianos consumimos los alimentos que se producen en el mismo campo colombiano, es decir, tenemos habilitados una despensa de alimentos gracias a nuestro suelo y a los agricultores.
Pero todo el encadenamiento productivo por el que pasa ese alimento para llegar al mercado, ya está exigiendo innovación y tecnología.
Claramente, Colombia no tiene problema en temas de mercado, pero si lo tiene en temas de oferta productiva.
Este sector realmente pide a gritos innovar en todas las áreas de la cadena de valor y productiva.
Pensar en una agricultura diferente a la tradicional es volver a los cimientos de una agricultura ancestral que es sencilla, simple, con principios básicos pero, ¿qué pasa si la involucramos con la innovación? Ésta lograría desarrollar ideas y generaría una mejor operación ante lo que hoy se hace, añadiendole altos estándares de calidad a la producción sin desperdiciarla.
Según el Banco Mundial, hay 33 países que están liderando la iniciativa de la agricultura sostenible, Holanda, Japón, Dinamarca los más comprometidos.
Los cuales han logrado tener un impacto que aporta beneficios a toda la cadena de valor y que, aunque modifica el sistema de siembra y cosecha, logra rentabilizar el campo a gran escala.
Para que en Colombia se pueda llevar a cabo esta tarea de desarrollo es necesario involucrar a los pequeños agricultores del país y que éstos de manera decidida crean en la tecnología como aliada para el campo.
Son ellos los que nacieron en el campo, los que se han visto afectados por la inclemencia de no tener cómo vender sus productos, de no producir como se debe por desconocimiento y falta de apoyo.
Por eso, debemos multiplicar la presencia en el campo con los modelos asociativos de pequeños productores teniendo en cuenta metodologías creativas como la de la CCI.
Esta metodología busca a través de actividades lúdicas generar confianza en los productores que hoy son agroempresarios del campo colombiano.
Por tanto, es fundamental integrar a la cadena de valor a los productores, debido a que ellos necesitan acompañamiento y orientación para saber combinar la tecnología con el campo. Sin dejar a un lado que este es un sector que en sí aporta para el desarrollo del país.
