Ignorar la realidad del mercado actual no es una apuesta que produzca resultados positivos, pues las tendencias de consumo tradicional han cambiado por las nuevas generaciones, segmentos de edades entre los 15 y 29 años de edad. Ante esto, el mercado asegurador tampoco ha sido ajeno a las necesidades particulares del consumidor contemporáneo.
Este hecho, se traduce en el reto para la industria aseguradora de diseñar productos que tengan la flexibilidad suficiente para adaptarse al dinamismo de las nuevas generaciones, antes de que un nuevo jugador se encargue de satisfacer esta necesidad. Por lo que han ampliado su portafolio con seguros disruptivos dirigidos a los bienes de las nuevas generaciones. Además de diseñar canales de atención digitales, opciones de compra a través de dispositivos móviles, y pólizas de fácil entendimiento, así mismo la respuesta a la demanda de productos personalizables que se adapten al ritmo de vida y que, en consecuencia, le garanticen una cobertura sobre los artículos electrónicos comprado por ellos.
Aunque la industria aseguradora aún tiene un amplio camino por recorrer de cara a satisfacer plenamente las necesidades de los consumidores más jóvenes, replanteando su entendimiento sobre el cliente para garantizar su patrimonio más valioso: su tranquilidad.
