En los últimos años el gigante tecnológico Huawei ha tenido una rápida expansión en Estados Unidos, pero bajo el conflicto de las dos primeras economías del mundo por la imposición mutua de aranceles cada vez más altos, el presidente, Donald Trump, le cerró el camino prospero a la compañía, tras declarar que está prohibido el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por empresas chinas, las cuales podrían ser riesgosas para la seguridad nacional y espionaje económico e industrial en detrimento de Estados Unidos y la población.
«Proteger al país» es una de las metas claras de Trump, por lo que alejar «los adversarios extranjeros que están creando y explotando cada vez más las vulnerabilidades de la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en Estados Unidos» es lo que más quiere. Y aunque China recibe este nuevo golpe como una maniobra desleal que distorsiona la competencia, Huawei se pronunció mediante un comunicado y aseguró que están dispuestos a colaborar con el gobierno de Estados Unidos y proponer medidas efectivas para garantizar la seguridad en el producto.
Y la guerra económica continua, llegando a afectar el sector tecnológico, ¿cuál será la nueva sorpresa que nos tendrá la rivalidad económica entre Pekín y Washington?