¿Cómo una papelería puede convertirse en el mejor negocio?
Hoy el consumidor es impactado por propuestas comerciales que marquen un horizonte innovador y creativo pero que abarque todas sus necesidades.
Son nuevos formatos que han logrado la transformación de los hábitos de compra, ante lo cual las papelerías han sabido actualizar su modelo comercial para mantener su vigencia y efectividad.
Cuando el consumidor va a una papelería busca que ésta le resuelva múltiples necesidades, desde piñateria, pasando por impresión, publicidad, tecnología y hasta diseño.
Por eso es recomendable diversificar los productos, no dejando de lado las mochilas, el sector artístico, las agendas y demás, sino también contemplar el ABC de productos que resuelvan las necesidades y expectativas del consumidor.
Esta propuesta es una experiencia que busca vender la marca Wigo, en Barranquilla, Colombia. Es decir, crear un espacio más rentable, atractivo, creativo y de amplios productos para suplir las necesidades del consumidor.
Atrás quedó comprar más inventario de lo mismo, lo nuevo es sorprender con marcas reconocidas y productos de buen packaging al cliente.
Como todo es dinámico el cambio también, por lo tanto el estudio y la reformulación del mix, debe ser constante para lo cual se debe escuchar al proveedor, leer e informarse.
Asimismo, es importante la implantación de los productos en el local, se deben de ubicar según la naturaleza de los mismo para que así los clientes quieran casi que casarse con x producto y con la marca de la papelería.
Para lo anterior, se debe de tener en cuenta que el 70% de la superficie debiera ocuparse por autoservicio asistido y el otro 30% restante por atención personalizada, con mostradores panorámicos para lucir los productos mientras el público espera.
Ahora, si bien estos productos, pueden impactar y sorprender al usuario valiéndose de novedades y temporadas, no vale de nada si tu locación no es estratégica.
Invertir en localizaciones estratégicas, a pesar del mayor costo de los alquileres de locales comerciales, que se sitúan sobre avenidas o calles de alto tráfico, es una ventaja.
Crear un lugar donde se resuelvan múltiples necesidades es un desafío pero la última palabra la tiene el consumidor, pues será él quien premie o castigue.
