La ciudad de Buenos Aires y el emblemático Estadio Monumental fueron testigos de un momento inolvidable, alrededor de 70.000 espectadores vivieron un encuentro que conectó a millones de personas en todo el mundo.
Eso fue justo lo que hizo Colombia ante Argentina en el partido de clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, enlazó corazones y cambió la historia de un país que veía en selecciones como la de los gauchos, pocas posibilidades de victoria, y una idea aún más mínima de vencer repetidamente esa misma malla.
El 5 de septiembre de 1993, fue la fecha definitiva de la fase clasificatoria de la Eliminatoria al Mundial, en esta se enfrentaban por el Grupo A las selecciones Argentina, Colombia, Paraguay y Perú.
En ese momento Argentina era segunda del grupo y era necesario ganar para no jugar el repechaje contra Australia. De no ganar, la clasificación al Mundial dependía del resultado del encuentro disputado en Lima entre Perú y Paraguay. Por su parte, Colombia al estar primera del grupo alcanzaría su clasificación directa al Mundial con el empate o la victoria.
Todo lo que envuelve a este partido fue memorable, desde el antes, el durante, hasta el después. Por lo que hoy, transcurridos 26 años, aún se recuerda como uno de los sucesos futbolísticos que estremeció al país y que cambio el modo de jugar el balompié colombiano.
El juego ese 5 de septiembre fue poderoso, contundente y épico. Los nacionales no dieron tregua a los locales, a tal punto, que al llegar al mundial estaban entre los favoritos
Los autores de los goles fueron Fredy Rincón (41’ y 72’), Faustino Asprilla (49’ y 74’) y Adolfo El Tren Valencia (84’).
El asombro y el ¡Sí Se Puede! nacieron ese día, cuando la tricolor, sorpresivamente derrotó a un bicampeón mundial y por ese entonces bicampeón invicto de las ediciones de la Copa América de 1991 y 1993.
Como dato no menos relevante, ese día Colombia le quito a la albiceleste un invicto de seis años como local; ya que los argentinos nunca habían sido goleados en una eliminatoria y tampoco derrotados en su casa en la misma competición.
Este juego permitió que la Selección obtuviera su tercera participación en un mundial de fútbol después de jugar los mundiales de Chile 1962 e Italia 1990.
Este juego permitió que Colombia pudiera soñar a lo grande.
