Para entender este caso, en primera instancia es importante saber que la Fundación Acosta Bendek, fundada por Gabriel Acosta Bendek y Sofia Acero, su esposa, controla la Universidad Metropolitana y el Hospital Metropolitano, los cuales acumulan ingresos anuales superiores a los $75.000 millones de pesos.
Al fallecer la esposa de Gabriel en 1995, Ivonne Acosta, hija de este matrimonio, se posiciona como vicepresidenta de la fundación en 2008. Y a su vez, Gabriel se casa con Soraya Corzo.
La puja por el control de las instituciones y la fundación comenzó con el fallecimiento de Gabriel Acosta Bendek.
El primer conflicto se dio entre Ivonne Acosta y la viuda, Soraya Corzo. Cuando en su momento, la Cámara de Comercio de Barranquilla definió en septiembre de 2014 que la carta de asamblea, de 2010, en la que Corzo fue “designada secretaria y reemplazante” de Gabriel Acosta, en caso de que faltara temporal o permanente, no fue fidedigna.
A raíz de esta resolución, Acosta asumió la presidencia de la fundación.
Y como parte de sus primeras decisiones, encargó a su medio hermano, Alberto Acosta Pérez, la dirección del hospital y a su esposo, Carlos Jaller, la rectoría de la universidad.
Pero la nueva pugna comenzó cuando los intereses se dividieron entre los esposos Jaller Acosta y otros integrantes de la familia Acosta, liderados por Luis Fernando Acosta Osío y Alberto Acosta Pérez.
Las diferencias llegaron al punto que el grupo liderado por Acosta Osío solicitó a Jaller aprobar una reforma a los estatutos de la universidad, propuesta que el directivo rechazó.
Producto del requerimiento a Jaller, su esposa excluyó de la mesa directiva a su cuñada, Gina Díaz de Acosta y primo Luis Fernando Acosta.
Acosta Acero realizó los movimientos porque, como presidenta de la fundación, puede nombrar tres delegados de la misma en la cúpula de la universidad.
Pero ésto abrió un nuevo capítulo en el pleito por uno de los bienes más preciados en la herencia del fallecido exsenador Gabriel Acosta Bendek: La Fundación Acosta Bendek.
Bajo una reunión de fundadores de la Fundación Acosta Bendek, se concluyó que Alberto Acosta Pérez era quien debería de figurar en el puesto de presidente de la Fundación y Luis Fernando Acosta Osío como vicepresidente. Pero esta reunión nunca existió.
Por tanto, Ivonne Acosta Acero, hija de los fundadores, fue revocada del puesto como presidenta de la Fundación.
La ñapa de Alberto Acosta fue que se posicionó como rector, aún cuando por estatuto el presidente de la Fundación no puede ser el rector de la Universidad Metropolitana.
Las impugnaciones de los esposos Jaller Acosta y su apoderado jurídico llegaron a la Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB) porque el nombramiento de Alberto Acosta Pérez fue posible.
Posteriormente, mediante la Resolución 71632 de 2016, expedida por la Dirección de Cámaras de Comercio de la Superintendencia de Industria y Comercio, entró a mediar en esta puja, resolviendo anular los actos que modificaron el estatuto y la junta directiva de la fundación.
Este fallo, ratifica y posiciona como representante legal y presidente de la Fundación Acosta Bendek a Ivonne Acosta Acero, hija de los fundadores.
Así mismo, el Ministerio de Educación Nacional exige suspender de manera inmediata la inscripción del Rector de la Universidad Metropolitana, Alberto Enrique Acosta Pérez, que se derivó del acta 112 del 1° de julio de 2016.
Por tanto, la bienaventurada noticia es que este jueves, Carlos Jaller retoma el cargo de rector de la Universidad Metropolitana y Javier Cuartas se posesiona como director administrativo en la Fundación Hospital Metropolitano de Barranquilla.