En junio de 2018, Bayer oficializó la compra de Monsanto, multinacional productora de agroquímicos y biotecnología por US$ 63.000 millones.
Desde entonces, Monsanto ha sido todo un dolor de cabeza para Bayer porque todos los juicios relacionados con los plaguicidas que produce la multinacional agroquímica recayeron sobre la compañía alemana.
Impulsando que no haya una luz en el horizonte para Bayer debido a que sus acciones se derrumbaron un 40% después de la adquisición.
Por esto, Bayer ha decidido inyectar 5.000 millones de euros, unos US$ 5.600 millones, para el desarrollo de herbicidas alternativos a los que ha venido utilizando Monsanto.
Recalcando que aunque el glifosato que actualmente utiliza Monsanto es seguro la empresa está “comprometida a ofrecer más opciones para los productores”.