El gigante minorista Walmart, anuncia que abandona el mercado de las municiones para pistolas y rifles de cañón corto.
La compañía también le solicitará a sus clientes que no porten sus armas a la vista cuando visiten sus tiendas, aunque las leyes estatales lo permitan.
Además, suspenderá la venta de pistolas y revólveres en Alaska, el único Estado en el que todavía las comercializaba (en el resto del país solo vende escopetas de caza).
Esta serie de medidas se dan después del tiroteo masivo que dejó 7 muertos en Odessa, Texas y a casi un mes de la masacre de El Paso, en donde fueron asesinadas 22 personas.
Según cifras proporcionadas por la empresa, su participación en el mercado de municiones se reducirán alrededor del 20% a un rango entre el 6% y el 9%.
Una vez que se les acabe el inventario actual, los hipermercados Walmart dejarán de vender dichos productos.