«Si usted está viendo este video es porque me volvieron a llevar preso»: Leopoldo López


El Supremo de Venezuela asegura que planeaban fugarse y por eso se revocó el arresto domiciliario.

Leopoldo López y Antonio Ledezma han vuelto a ser encarcelados la madrugada de este martes por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) de Venezuela, según han asegurado familiares y compañeros de los dos dirigentes de la oposición, que se encontraban bajo arresto domiciliario.

Lilian Tintori, esposa del exalcalde del municipio caraqueño de Chacao, comunicó a través de Twitter que unos agentes se acababan de «llevar a Leopoldo de la casa», a la que había regresado el pasado 8 de julio. «No sabemos dónde está ni a dónde lo llevan. Maduro es responsable si algo le pasa», ha afirmado.

Luego de esto, se hizo viral un video del mismo Leopoldo hablando días antes de su injusta recaptura, en el que expresaba que sabía podían volver a llevárselo de su casa, y que aún así, estaba dispuesto a seguir luchando por su país.

Por su parte, el diputado de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) Richard Blanco, anunció que «El Sebin se acaba de llevar al alcalde Ledezma».

El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha asegurado este martes, aunque sin presentar ninguna prueba, que ambos opositores planeaban fugarse, y por ello les ha sido revocado el arresto domiciliario en que se encontraban y han sido trasladados nuevamente a prisión. «Se recibieron por fuentes de inteligencia oficial información que daba cuenta de un plan de fuga de dichos ciudadanos, por lo cual y, con la urgencia del caso, se activaron los procedimientos de resguardo correspondientes», señala el alto tribunal en un comunicado que recoge la agencia Efe.

La decisión del régimen venezolano ha provocado el rechazo internacional. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha pedido la inmediata liberación de los líderes opositores. El subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, escribió en Twitter que es «otro paso en dirección equivocada para Venezuela».

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha urgido a todos los venezolanos, en especial a los que representan al Estado, «a hacer todos los esfuerzos posibles para reducir las tensiones, impedir más violencia y muertes y para encontrar vías para el diálogo político». En Reino Unido, el ministro de Exteriores, Boris Johnson, ha acusado a Maduro de actuar «como un dictador». También han criticado la medida los Gobiernos de Chile, Uruguay y Panamá.

Las detenciones se producen 24 horas después de la celebración de la votación de la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro y rechazada por las fuerzas opositoras, que no presentaron candidatos. Con esos comicios, el Gobierno venezolano pretende desmantelar el actual Parlamento, controlado por una mayoría crítica con el chavismo, y constituir una nueva Cámara. Al término de la jornada electoral, en la que no participó más del 41% del censo, según los datos oficiales, Maduro amenazó con levantar la inmunidad judicial del fuero parlamentario y con reestructurar la Fiscalía. Ya lo había advertido durante la campaña: esas elecciones iban a ser para el chavismo una oportunidad para cobrar «todas las cuentas».

La justicia venezolana concedió el arresto domiciliario a Leopoldo López después de tres años y medio en prisión hace apenas tres semanas, tras una larga mediación liderada por el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los exmandatarios Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá). Zapatero había mantenido en los últimos meses tres reuniones con Leopoldo López en la cárcel de Ramo Verde. En dos ocasiones le acompañó la excanciller Delcy Rodríguez y en una se sumó su hermano Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador de Caracas, dos figuras prominentes del régimen. La posibilidad de aplicar la medida de casa por cárcel se reactivó a principios de abril, poco después de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela decidiera dejar sin competencias al Parlamento.

Maduro buscaba entonces un balón de oxígeno ante la creciente presión social. Ahora, después unas elecciones marcadas la violencia —hubo una docena de muertos desde la noche del sábado—, el oficialismo quiere optar por imponer su autoridad. Mientras, las fuerzas de la oposición y sus dirigentes, que ayer rebajaron la tensión de las protestas, promete resistir y asegura que el Parlamento elegido en 2015 seguirá funcionando. Los últimos intentos de diálogo fracasaron y el propio Maduro cargó contra Zapatero después de que este pidiera, en vísperas de la votación, «nuevos gestos» para reactivar un camino al entendimiento. «Sacó un comunicado de manera inconsulta, no consultó al Gobierno soberano de Venezuela sobre el comunicado que sacó, informando de asuntos que hasta el día de hoy habíamos considerado necesario mantener en resguardo», dijo el sucesor de Hugo Chávez.

Ledezma, exregidor del municipio Libertador de Caracas, fue detenido en febrero de 2015 y permaneció cuatro meses en la cárcel hasta que, en mayo de ese año, pasó a arresto domiciliario. Las acusaciones que el régimen dirige a los dos dirigentes opositores tienen que ver con la instigación a la protesta. Leopoldo Lopez fue detenido en 2014 por encabezar las movilizaciones que derivaron en los disturbios del primer semestre de ese año. A Ledezma le imputaron delitos «contra la paz, la seguridad y la Constitución».


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