«Será la contrarreloj más importante de mi vida», aseguró este viernes el colombiano Rigoberto Urán, que mañana se juega acabar sobre el podium del Tour de Francia, el mayor éxito de su carrera logrado a los 30 años.
Los 22,5 kilómetros que se recorrerán en las calles de Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia, con inicio y final en un estadio de fútbol que la organización anuncia abarrotado de público, marcarán el destino del ciclista del Cannondale.
Urán es ahora tercero de la general y le separan 29 segundos del maillot amarillo con el que sueña, pero que reconoce difícil de lograr porque está en las espaldas del británico Chris Froome, un especialista en la lucha contra el crono.
«Va a ser difícil, es muy fuerte contrarreloj (…) Pero es la etapa más importante de mi vida, porque estoy cerca del amarillo», dijo el ciclista de Urrao.
Más a su alcance aparece el segundo escalón del podium, el mismo que ocupó en dos ocasiones en el Giro de Italia, en 2013 y 2104, del que solo le separan los 6 segundos que le arrebató en la segunda etapa alpina el francés Romain Bardet.
Urán aseguró que espera hacer una buena crono y superar esa diferencia. La historia está a favor del colombiano, más especialista que el galo en la lucha contra el reloj, aunque en la primera de este Tour, la inaugural de Düsseldorf, fue 12 segundos más lento que Bardet.
«Pero la historia no importa, importa el presente», señaló el colombiano, que dijo que más importante que la especialización serán las fuerzas que tengan los ciclistas tras tres duras semanas de competición.
Urán se juega ser el primer colombiano en ganar el Tour si bate a Froome; el segundo en quedar en el segundo escalón, algo que hasta ahora solo había conseguido Nairo Quintana (2013 y 2015); y el tercero en acabar en el podium de París, algo que por vez primera consiguió en 1988 Fabio Parra.
La historia estará muy pendiente del ciclista de Urrao, que ha vuelto por todo lo alto a la máxima competición tras unos años en los que los buenos resultados le habían abandonado.
Urán, el más peculiar de los colombianos, se ha mantenido con los mejores en el Tour y llega a la penúltima etapa con todas las opciones en su mano.
Tendrá que brillar como en aquel 22 de mayo de 2014 en las carreteras del Giro de Italia, entre Barbaresco y Barolo, cuando voló durante 42,2 kilómetros para superar a especialistas como el australiano Cadel Evans y conquistar su mayor triunfo contra el crono y el jersey rosa de líder.
Ahí puso las bases del segundo puesto que acabó conquistando después de verse superado en la general por su compatriota Nairo Quintana.
Su actuación brillante en este Tour ha compensado para el ciclismo colombiano la decepción de Quintana, que partía como uno de los favoritos para ganar el Tour y que, tras haber sido segundo en el Giro, careció de las fuerzas necesarias para estar entre los mejores.
«En el aspecto mental estoy muy tranquilo», dijo Nairo, que ha vivido el Tour en medio de una ambiente enrarecido en el equipo Movistar y en medio de los rumores de que puede abandonarlo el año próximo.
«Lo que se habla no es cierto, tengo dos años más de contrato, aquí estoy tranquilo», reiteró hoy el jefe de filas de Movistar, duodécimo de la general a 13.52 minutos del líder.
Quintana ya no se juega nada, pero aseguró que buscará dar el máximo en la contrarreloj de mañana para «pasarla de la mejor manera» y porque se lo debe a un público que no deja de aclamarle pese a que no ha estado a su altura.
«No me abandona el público nunca, es gente buena que me apoya. Eso es lo más bonito», dijo.
EFE.