Bogotá, 9 jun.- Hombres armados, al parecer disidentes de las FARC, irrumpieron en un campamento de la organización humanitaria Ayuda Popular Noruega (APN) en Mesetas, departamento del Meta, donde intimidaron a desminadores y quemaron un vehículo, informaron hoy fuentes oficiales.
La Alta Consejería para el Posconflicto y la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersona señalaron en un comunicado que la situación ocurrió ayer en el caserío Santa Helena del municipio de Mesetas.
La APN participa en la tareas de desminado humanitario según acordaron hace dos años el Gobierno colombiano y las FARC en las negociaciones de paz de La Habana.
Según los organismos tres hombres armados y encapuchados, ingresaron al campamento de la APN, «intimidaron a los miembros de los dos equipos de desminado que operan en esa zona del país y procedieron a prender fuego a uno de los vehículos que están a disposición de la organización».
El Alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, rechazó la situación y dijo en un comunicado que «ningún actor armado debe incurrir en esta clase de acciones que ponen en riesgo las operaciones de desminado humanitario que se cumplen en 203 municipios de 13 departamentos del país».
Subrayó que el desminado es una acción humanitaria que se hace para beneficio de las comunidades.
Según la denuncia presentada hoy por APN a la Fiscalía Nacional, los atacantes portaban fusiles AK-47 y al parecer son disidentes de las FARC al mando de alias «Calarcá».
Los encapuchados ingresaron el jueves al campamento hacia las 6:00pm y «encañonaron a algunas de las 26 personas que conforman el equipo de desminado y que adelantan labores humanitarias».
Debido a las intimidaciones la APN trasladó los dos equipos de desminadores a la base principal de la organización en Vista Hermosa, también en el Meta.
Disidentes de las FARC secuestraron el pasado 3 de mayo pasado en el departamento del Guaviare, limítrofe con el Meta, a Harley López, de nacionalidad colombiana, quien trabaja para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y desde entonces no se sabe nada de su paradero.