La edición número 100 del Giro arrancó con sorpresa. Cuando todos esperaban un sprint, el austriaco Lukas Pöstlberger se adelantó para alcanzar la primera maglia rosa. Un valiente movimiento a falta de kilómetro y medio le convirtió en el primer ciclista de su país en vencer y en liderar en la ronda italiana. Una peligrosa curva de 90 grados a menos de cuatro kilómetros fracturó el pelotón y provocó el caosentre los lanzadores de los velocistas. Cuando se suponía que iba a lanzar a Sam Bennett, Pöstlberger, de 25 años, se vació en busca de su primer triunfo en una grande. Manos a la cabeza, no se lo creía. “Histórico, increíble, gracias”, acertó a decir. Debut en las tres semanas… y diana, no era para menos.
Tras la tormenta de los positivos del Bardiani, Stefano Pirazzi y Nicola Ruffoni, el Giro 100 salió de Alghero con 195 corredores. Existía cierta incertidumbre por saber si la organización dejaba sin competir a los siete compañeros de Pirazzi y Ruffoni, pero las dudas se disiparon cuando el bus del equipo llegó al parking. Se escucharon tímidos abucheos y el organigrama se afanó con las explicaciones a los medios: “Creemos en ellos hasta el contraanálisis”. No obstante, y como denunció el Movimiento Por un Ciclismo Creíble (MPCC), “Bardiani continúa de invitado en las citas más importantes pese a quebrantar las normas en 2015”, cuando permitió a un corredor (no se desveló la identidad) participar en el Giro con unos niveles de cortisol por debajo de los estipulados. La solución fue simple: el Bardiani abandonó el MPCC.
La fuga de la jornada la formaron dos exóticos campeones nacionales, Daniel Teklehaimanot (Dimension Data), de Eritrea, y Eugert Zhupa (Wilier), de Albania, junto con Cesare Benedetti (Bora), Pavel Brutt (Gazprom) y Marcin Bialoblocki (CCC). Mirco Maestri, del Bardiani, marchó en cabeza hasta que se descolgó a 103 km de meta. Si pretendía reivindicar a su escuadra, no consiguió mejorar mucho la imagen. Este sábado, la segunda etapa conectará Olbia con Tortoli a través de 221 km con perfil de sierra. Una buena oportunidad para los cazadores de fortuna.