Desde la capa de hielo en Groenlandia hasta los imponentes glaciares en la Antártida Occidental, las enormes masas de hielo de la Tierra se están derritiendo rápidamente.
Según un estudio en 2017, para el año 2100, la quinta parte de la población mundial, podría ser desplazada de sus hogares y se vería obligada a trasladarse hacia el interior debido al aumento de los niveles oceánicos.
Son millones de personas las que dependen de los glaciares para obtener agua potable, particularmente en la región del Himalaya Hindu Kush y las montañas de los Andes.
Es decir que un mundo sin glaciares amenazaría ese suministro de agua y podría tener efectos devastadores.
Pero la crisis no acabaría ahí, los glaciares derretidos a su vez amenazan con el suministro de alimentos debido a que algunos climas se volverán demasiado calurosos para lo que los agricultores cultiven, mientras que otros verán más inundaciones, más nieve o más humedad en el aire.
Pero una consecuencia particularmente grave son las cantidades de aguas residuales no tratadas que fluirán hacia ríos, arroyos y calles, las cuales ayudarán a propagar enfermedades y a dañar la vida silvestre.
Como dato curioso, más del 90% del comercio mundial se realiza por mar, por lo tanto, el aumento del nivel del mar podría afectar la economía global.
