Existe algo que delata a los argentinos y uruguayos, con permiso del mate, es la forma cómo pronuncian los sonidos de las letras «y» y «ll».
Se trata de un sonido tan estridente que se convirtió en el mayor rasgo de identidad del español rioplatense.
Según los lingüistas, esta particularidad del español rioplatense se llama “yeísmo rehilado”.
El “yeísmo” es la no diferenciación en el sonido de la “y” y la “ll”, algo que hoy en día existe en España y gran parte de América Latina. En cambio, el “rehilado” es esa fricción en la articulación del sonido, ese “shhh”, que es tan evidente en palabras como “amarillo” o “playa”.
Lo que no está claro es cuál es el origen de este sonido tan particular. Una de las teorías más extendidas se basa en el concepto de contacto lingüístico. Es decir, que la variante rioplatense se vio influenciada por el portugués de Brasil, así como por el gallego, italiano y francés de las distintas oleadas migratorias que llegaron a la región en los siglos XIX y XX. Es algo así como un contagio de idiomas.
Aunque también se sostiene que esta estridencia pudo en algún momento ser marginal, pero terminó imponiéndose por sobre otros sonidos más suaves.
Lo cierto es que, cualquiera sea el pasado del yeísmo rehilado, en el presente está plenamente aceptado.
Así lo dio a conocer en 2011 la Real Academia Española cuando incluyó esta pronunciación como una de las posibles en su manual “Nueva gramática de la lengua española: fonética y fonología”. En otras palabras, la academia ha incorporado la noción de que estas variantes de la lengua no son desviaciones de la norma, sino formas igual de válidas que también sirven para transmitir los valores culturales de un pueblo