Londres, 27 ene (EFE).- La portavoz para Gales del Partido Laborista británico, Jo Stevens, dimitió hoy, en desacuerdo con la línea de su formación de apoyar la ley de activación del «brexit».
La retirada de Stevens sucede a la marcha ayer, por las mismas razones, de la portavoz laborista para la educación infantil, Tulip Siddiq, y se espera que en las próximas horas dimitan de sus cargos internos otros diputados de la principal formación opositora -que conservan no obstante su escaño-.
En su carta de dimisión, Stevens, que votó por la permanencia en la Unión Europea (UE) en el referéndum del 23 de junio de 2016, señala que no puede aceptar la disciplina impuesta porque la votación de ese texto legislativo es «una cuestión de principios y conciencia».
Stevens asegura aceptar el resultado del referéndum, en que el 52 % de los votantes apoyó abandonar la UE, y reconoce que la legislación tramitada ayer por el Gobierno saldrá adelante de todas maneras con la mayoría absoluta conservadora.
«Pero creo que irnos es un error terrible y no puedo ignorar mi firme opinión de que está mal apoyar ese paso (la aprobación de la ley) que hará que el ‘brexit’ sea inevitable», afirmó.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha impuesto el máximo grado de disciplina parlamentaria a sus diputados para que el próximo 8 de febrero aprueben el Proyecto de Ley de la Unión Europea, tramitado ayer por el Gobierno y que le autorizará a activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa e iniciar así las negociaciones con Bruselas.
Corbyn ha marcado esta línea al considerar que muchos votantes laboristas votaron a favor de abandonar la UE en el referéndum.
Normalmente, si se está en el equipo del líder, se debe dimitir del puesto si se desea romper la disciplina parlamentaria -lo que conlleva sanciones-.
Pese a exigir el grado máximo de disciplina, Corbyn, con pocos aliados dentro de su partido, afronta la posible rebelión de decenas de sus diputados, que ya han indicado que votarán en contra de la activación del artículo 50.
El Proyecto de ley de la UE se debatirá los próximos martes y miércoles en la Cámara de los Comunes y, después del análisis de enmiendas en comisión, será sometido a votación el 8 de febrero, antes de pasar a la Cámara de los Lores.
Varios partidos británicos introdujeron hoy numerosas enmiendas al breve texto legislativo presentado por el Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, que se limita a pedir el visto bueno para la activación del artículo 50.
El Partido Laborista exige, entre otras cosas, que el Parlamento británico pueda pronunciarse sobre el eventual acuerdo con Bruselas antes de que este sea estudiado por los Veintisiete y el Parlamento europeo, y también reconocer los derechos de los trabajadores y un acceso al mercado europeo sin aranceles comerciales.
Diputados de la comisión multipartita de derechos humanos han propuesto que se incluyan garantías para proteger los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido, mientras que el Partido Nacionalista Escocés (SNP) pide una cláusula que permita quedarse en la UE si el Gobierno no llega a un acuerdo satisfactorio con la Comisión Europea.
Estas enmiendas serán debatidas entre el 6 y el 8 de febrero, pero para que prosperen necesitarían el apoyo de diputados conservadores.
May, actualmente de visita en Estados Unidos, mantiene que activará el artículo 50 antes de finales de marzo, con el objetivo de que el Reino Unido esté fuera de la Unión Europea para la misma época de 2019.