Varios miembros del gobierno independentista catalán están presionando a su presidente Carles Puigdemont para que convoque elecciones regionales anticipadas y evite una intervención inminente del autogobierno, indicó una fuente allegada al dirigente este miércoles.
A dos días de que el Senado apruebe las medidas que concretarán esa intervención, la fuente confirmó informaciones aparecidas en la prensa sobre estas divisiones internas.
Según dicha fuente, Puigdemont aún no ha tomado su decisión y está sopesando los pros y los contras para una salida airosa al pulso secesionista.
«Es consciente de las consecuencias de todo», tanto de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, invocado por el gobierno central de Mariano Rajoy para intervenir la autonomía catalana, como de una convocatoria electoral clásica, que supone acatar el orden constitucional, dijo a la AFP esa fuente.
Por otro lado, según El Periódico de Cataluña, el vicepresidente catalán Oriol Junqueras no ha querido tomar posición y está en actitud de espera.
Los últimos comicios regionales en Cataluña se celebraron el 27 de septiembre de 2015, y arrojaron una mayoría independentista.
El adelanto electoral podría evitar que se aplique la intervencióndetallada el pasado sábado por el gobierno central de Mariano Rajoy.
Entre esas medidas está el cese en bloque del gobierno independentista catalán, la convocatoria de elecciones regionales en un plazo máximo de seis meses, la toma de control de la policía catalana -los Mossos d’Esquadra- y de los medios públicos y una estricta tutela al Parlamento catalán.
Las medidas son inauditas en 40 años de democracia española, en una región extremadamente celosa de su autogobierno, y el tiempo apremia, ya que el Senado, donde el Partido Popular de Mariano Rajoy tiene mayoría, ha previsto el viernes un pleno en el que se dispone a aprobar dicha intervención.
Puigdemont podría pronunciarse ante la cámara alta este jueves o viernes para presentar sus argumentos en contra de estas medidas.
El gobierno de Rajoy repite que el objetivo del artículo 155 es «restaurar la legalidad» en Cataluña, después de que el gobierno de Puigdemont organizara el 1 de octubre un referéndum ilegal de autodeterminación, que dice haber ganado con un 90% de síes a la secesión y una participación de apenas el 43%.