En los últimos años los avances tecnológicos y las nuevas formas de consumo han propiciado una transición cada vez más visible y latente para el sector comercial.
Actualmente los consumidores están cada vez más acostumbrados al mundo online, por su inmediatez y facilidad de compra.
Sin embargo, los clientes no dejan a un lado la chispa que se siente al tocar el producto y probarlo.
A raíz de este juego de emociones y experiencias, los clientes esperan que las marcas creen sinergias tomando lo mejor de los dos mundos.
De cara a convertir un producto o servicio en algo único, el sector comercial debe adaptar su oferta a las nuevas tendencias y cambios en los gustos de los consumidores y aunque existen multitud de opciones de convergencia entre la compra off y online; identificar y rentabilizar estas nuevas formas de compra, es una de las tareas de los centros comerciales.
En este contexto, es fundamental mantener una visión orientada a la innovación en la que el sector comercial pueda identificar este desafío y sobrepasarlo.
La primera de estas grandes tendencias que se avecinan es la adaptación a la omnicanalidad, es decir, la integración de todos los canales del mercado.
En este sentido, éstos deberán apalancarse en los servicios, especialmente dentro del entorno digital, como valor diferencial respecto a otras formas de consumo.
También es importante asegurarse que los nuevos conceptos en el comercio físico, tengan la oportunidad de incorporar los del comercio virtual.
Es decir, los espacios físicos ahora deben garantizar la capacidad de atender rapidamente a un potencial comprador, hacer una venta y devolución rápida, además de hacer envíos y demás, como lo hace la venta online.
Es por ello que, desde el proceso de diseño, las firmas desarrolladoras de centros comerciales, deben facilitar la gestión de estas operaciones.
Por último, aunque no menos importante, se encuentra el reto del Big Data y cómo los centros comerciales pueden convertirse en recolectores de datos que ayuden a anticipar nuevas tendencias y cambios de consumo, que permitan incrementar la rentabilidad de la operación. En este sentido, los celulares son un gran aliado.
Apostar por propiciar este tipo de servicios, supone una de las principales ventajas de la venta física, orientados a facilitar la compra en medio de tanta tecnología.