«Hoy es lunes, 6 de marzo, y se cumplen 12 días de aislamiento», ha dicho Lilian Tintori en un vídeo grabado en la entrada de Ramo Verde. «Nadie ha podido ver a Leopoldo, ni su familia, ni sus amigos, ni sus abogados», ha subrayado.
Su abogado, Juan Carlos Gutiérrez, ha confirmado en la misma grabación que le han prohibido contactar con López, un derecho que «en modo alguno se puede restringir» y mucho menos como resultado de una medida disciplinaria porque es entonces cuando más necesita consejo legal, ha esgrimido.
Gutiérrez ha insistido en que López sufre «una violación sistemática de sus Derechos Humanos». En concreto, el letrado se ha referido a la «grave afectación» del derecho al debido proceso y a tener contacto con su mujer y sus hijos. «Aislamiento es tortura», ha enfatizado Tintori.
Así las cosas, la activista venezolana ha hecho un llamamiento a la Fiscalía «porque no se estén respetando en esta cárcel militar las medidas de protección y seguridad» a la familia de López y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque tampoco se cumplen las medidas cautelares.
«No podrán con la fuerza ni con la dignidad de Leopoldo», ha sostenido Tintori. «La verdad y la Justicia van a llegar a Venezuela», ha concluido, en alusión a un eventual cambio de Gobierno que desahucie a Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores.
Un tribunal caraqueño condenó a López el 10 de septiembre de 2015 a 13 años, nueve meses y siete días de cárcel por incitar a la violencia durante las masivas protestas opositores de hace tres años, que se saldaron con 43 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.
López se entregó el 18 de febrero de ese año a las autoridades venezolanas para responder ante la Justicia. Desde entonces se encuentra preso en Ramo Verde. La oposición, gobiernos extranjeros y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos le han calificado de «preso político».