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Escocia da la espalda a un nuevo referéndum independentista


La debacle en la que ha sumido las elecciones generales de 2017 al Partido Nacionalista Escocés (SNP), en las que ha perdido 21 diputados (54-35) con respecto a 2015, se ha cobrado los primeros nombres propios: ni Angus Roberts, ex líder del partido, ni el ex ministro principal, Alex Salmond, mantendrán su puesto en el Parlamento británico.

Estos resultados suponen un rechazo implícito al segundo referéndum independentista que pretendía llevar a cabo la actual ministra principal, Nicola Sturgeon, que ya ha mostrado su decepción y admitido que tendrá que replantearse seguir peleando por una nueva consulta. «No voy a tomar ninguna decisión precipitada. Claramente tendré que reflejar lo que digan las urnas pero me tomaré mi tiempo para ello«, ha añadido en unas enigmáticas declaraciones.

«Para nosotros está claro: no a un segundo referéndum, no a una mayor incertidumbre y no a la división que causaría a este país», proclamó la líder conservadora en Escocia, Ruth Davidson, cuyo tirón popular ha sido clave en el ascenso de los tories.

La bofetada ha escocido aún más en los independentistas escoceses después de ver cómo el ex líder del SNP, Angus Robertson, perdía su sitio en Moray frente al conservador Douglas Ross gracias a un discurso muy pro Brexit y anti independentista. Además, la derrota de Salmond tras casi 30 años como parlamentario, supone un duro revés personal para Sturgeon en lo que ella catalogó como una «amarga decepción» cuando empezaron a circular los primeros rumores de la derrota del ex primer ministro principal: «Es uno de mis más cercanos amigos además de mi mentor».

Eso sí, Sturgeon también ha querido recordar que pese a la masiva pérdida de escaños, el SNP ha ganado las elecciones en Escocia cosechando los segundos mejores resultados de su historia en unas generales. Estos comicios dejan muy debilitado el papel que los independentistas escoceses pretendían tener en las decisivas negociaciones para la salida de la Unión Europea, donde reclamaron primera un lugar en la mesa negociadora y después mantener el acceso al Mercado Único a pesar de la postura pro Brexit duro de May.

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May «ha perdido toda autoridad y credibilidad», ha subrayado la líder de los independentistas escoceses. «El peligroso proyecto conservador de un Brexit duro debe abandonarse», ha continuado Sturgeon, puesto que los conservadores han perdido su mayoría absoluta en el Parlamento con las elecciones del jueves.


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