Ayer en el recinto de la Cámara de Representantes el Ministro de Defensa, Guillermo Botero, fue señalado por la oposición de permitir, por sus directrices, la violación de los derechos humanos en las Fuerzas Armadas, de mentirle al país y de encubrir el caso del asesinato del exguerrillero Dimar Torres en el Catatumbo.
Además de estigmatizar la protesta social y a los líderes sociales, y hasta de corrupción y conflictos de interés por dirigir el Ministerio de Defensa cuando es accionista de una empresa de seguridad privada.
El Ministro de Defensa fue rescatado por la gran mayoría de bancadas de la Cámara. Los Conservadores y liberales, La U y Cambio Radical y, lógicamente, el uribismo espantaron la moción de censura defendiendo públicamente al ministro.
“En vez de cuestionarlo deberíamos darle una felicitación”, dijo César Lorduy, representante de una de las bancadas independientes, Cambio Radical, que se sumaron a la del Centro Democrático para atornillar en su cargo al jefe de la cartera de Defensa.
Mientras que el representante Mauricio Toro de la Alianza Verde calificó a Botero de no ser idóneo para el cargo ni estar a la altura de las Fuerzas Militares. “Permitamos al país tener un ministro que conozca los temas de seguridad, que conozca cómo funcionan las Fuerzas Armadas, que sepa lo que es la preservación de los derechos humanos y que conozca qué es la protesta social”.
Después de 9 horas, el Ministro Botero agradeció a quienes les manifestaron su respaldo y dada la circunstancia se convertirá en el segundo ministro del actual gobierno, después de Alberto Carrasquilla, en superar el intento de la oposición de apartarlo de su cargo. El próximo jueves, cuando se vote la moción, quedará ratificado.