Lo que comienza este lunes en Argentina es una verdadera batalla por el poder.
En unas elecciones primarias, el gran derrotado fue el actual mandatario, Mauricio Macri, quien estuvo cerca de 15 puntos menos que sus rivales más complejos: la dupla de Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Alberto Fernández, del peronismo de centro-izquierda, se impuso con 47% de los votos al presidente liberal Mauricio Macri, que obtuvo 32%, en las primarias del pasado domingo en Argentina, cifras claves en la carrera a las presidenciales del 27 de octubre.
Antes de conocerse el resultado, Fernández, a quien acompaña la exmandataria Cristina Kirchner como candidata a la vicepresidencia, se mostró confiado y declaró que «conmigo la grieta (la feroz división política de los argentinos) se terminó para siempre y la venganza también». «Comienza un nuevo tiempo», aseveró.
Aunque estas elecciones no son vinculantes sí presentan una radiografía nítida de cómo se siente el país. Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) tuvieron una alta participación, cercana al 75%.
La gran diferencia entre Macri y Fernández y la extrema polarización, que reparte entre los dos casi 80% de los votos, hace parecer difícil que el mandatario pueda remontar el resultado en los dos meses y medio que faltan para la primera vuelta.
