Aunque por el Congreso colombiano han pasado decenas de artículos que buscan aumentar los impuestos de algunos alimentos de la canasta básica de los colombianos, la iniciativa del Partido de la U sobre «reducir el consumo de productos como bebidas azucaradas o ultraprocesadas» vuelve. La iniciativa busca proteger la salud y reducir enfermedades para los colombianos, «promoviendo la promoción de alimentos saludables» y dejando atrás la malnutrición y el sobrepeso. Pero, ¿será que detrás de esta iniciativa buscan obtener mayores recursos para el sector de la salud?
Dicho proyecto busca crear un nuevo impuesto de entre 10% y 20% al consumo específico sobre alimentos “altamente no saludables” como: concentrados, jarabes, energizantes, tés, saborizantes, entre otros que se verán afectados en su producción y por consecuente en su venta e importación de los mismos. Algo así como el impuesto específico que pagan las bebidas alcohólicas hoy en día.
Esta iniciativa puede generar fuertes rifirrafes al Gobierno, debido a que les genera rentas adicionales de casi un billón de pesos, brindándole un respiro fiscal importante al país. Pero las voces en contra no se han hecho esperar, congresistas y organizaciones señalan que dicha ley tendría un impacto fiscal contrario a lo que se cree, pues afectaría el recaudo esperado de más de $900.000 millones del IVA plurifásico a las gaseosas, instaurado por la ley de financiamiento, además de afectar directamente la estructura de costos y la generación de empleo de las empresas dedicadas a comercializar estas bebidas.