El Camming consiste en hacer shows sexuales por internet a través de una webcam a cambio de dinero u otros bienes.
Esta rama del mercado del sexo está consolidada en Brasil, Europa y Estados Unidos.
En el camming el protagonista es Camera Prive, también conocido como CP, un sitio lanzado en 2013 que se presenta con la frase «Sexo en vivo por la webcam».
El sitio, el mayor de América Latina de transmisión de contenido erótico en vivo, presenta en su pantalla de inicio fotos de sus modelos registrados: mujeres, hombres y transexuales mostrándose en poses provocativas, a veces en parejas y en grupo.
El CP tiene aproximadamente 18.000 modelos, de los cuales 4.000 están activos; es decir, realizan espectáculos de forma rutinaria.
Con sus actuaciones, los modelos generan un ingreso mensual en un esquema comparable al de aplicaciones como Uber.
Una de ellas habló para BBC News y dijo que “gana cerca de US$1.000 al mes haciendo transmisiones por Camera Prive, además de publicar contenido en un portal propio y en sitios pornográficos tradicionales como Pornhub”.
En Camera Prive, por ejemplo, hay una tabla de precios que pueden ser escogidos por los modelos.
En el chat simple, donde el modelo habla y se presenta a varios clientes, el precio oscila entre US$0,20 y US$0,35 por minuto por usuario.
Hay también un chat exclusivo, un intercambio solo entre modelo y cliente, sin que nadie mire. Este cuesta más caro: desde US$0,50 a US$0,80.
Recientemente, también se lanzó Privetoy, que tiene una tarifa adicional porque el modelo utiliza objetos sexuales como vibradores controlados de forma remota por el cliente.
El pago funciona de forma similar a las aplicaciones de transporte o de entregas como Uber o Rappi.
En Camera Prive, entre 30 % y 50 % de las ganancias de los modelos va a manos de los dueños del sitio, que luego les depositan las ganancias.
En Brasil, Camera Prive tiene cerca de 8 millones de clientes registrados, de los cuales 150.000 compran mensualmente créditos que les permiten acceder a servicios exclusivos.
Según expertos en el tema, el camming es una de las tendencias más prometedoras en el mercado del sexo en el mundo debido a la mezcla de realidad y amateurismo, en contraposición a los guiones prefabricados y los roles cliché de la industria del porno tradicional.