El Banco de Inglaterra anunció este jueves una subida de los tipos de interés de un cuarto de punto porcentual hasta el 4,25 por ciento, lo que supone el undécimo ascenso consecutivo, destinado a controlar el alza de la inflación, que está en el 10,4 por ciento.
Como habían anticipado los analistas en el Reino Unido, el comité de política monetaria de la entidad emisora inglesa votó 7 a 2 a favor de aplicar este nuevo incremento.
La decisión se conoce un día después de que la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés) informase de que la inflación interanual británica se situó en febrero en el 10,4 %, frente al 10,1 % en enero, por encima del objetivo del banco de situarla en el 2 %.
Al dar a conocer su decisión, el banco señaló que espera que la economía británica crezca ligeramente en el segundo trimestre -abril a junio-, después de haber indicado hace unos meses que podía sufrir una contracción del 0,4 %.
“Aunque moderada en general, la actividad se mantuvo mejor de lo que se esperaba anteriormente, particularmente en el sector de servicios al consumidor”, indicó el banco.
Añadió que la decisión del Gobierno de cancelar un incremento planificado de 500 libras (565 euros) en las facturas de energía anuales de los hogares a principios de abril ayudará a los hogares.
El alza de la inflación respondió a un incremento en los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, sobre todo de las verduras por el mal tiempo en Europa, que provocó una caída en la importación de alimentos de países europeos, según la ONS.
El aumento también obedeció al alza de los precios del alcohol que se vende en los bares y restaurantes.
Debido al aumento del coste de vida, el Reino Unido ha vivido en los últimos meses una serie de paros que han secundado distintos sectores -personal de correos, trenes, autobuses, de la sanidad o funcionarios públicos- en demanda de un incremento salarial.