Los economistas redujeron sus pronósticos para el crecimiento del producto interno bruto en 2020 para China a menos del 6% como resultado de los crecientes riesgos de la guerra arancelaria con Estados Unidos.
Asimismo, según expertos, el actual enfoque del Gobierno hacia los estímulos está resultando insuficientes.
China se está absteniendo de recortar las tasas de interés o de inyectar grandes volúmenes de efectivo a la economía, pese a la desaceleración del crecimiento al nivel más débil en casi treinta años.
La demanda de crédito ha sido débil, y si bien la flexibilización de las políticas desde finales del año pasado ha ayudado a moderar la desaceleración, el impacto ha sido pequeño.
Finalmente, según expertos, en el último trimestre de 2019, el crecimiento económico de China probablemente se desacelerará a 5,7% y se mantendrá a ese ritmo en 2020 en términos generales.
El riesgo de una mayor escalada en la guerra comercial, sigue siendo significativo, ya que ejercería presión adicional a la baja al crecimiento que por sí vive China.