Dos jóvenes, Carlos Moreno de 17 años y Paola Andreina Ramírez de 23 años murieron a tiros durante la jornada de protestas del 19 de abril en Venezuela. Al final del día un sargento de la Guardia Nacional, San Clemente Barrios Neomar, fue asesinado «por un francotirador» según el defensor del pueblo Tarek William Saab.
Se reportaron más incidentes armados durante las marchas en Venezuela. Según Amnistía Internacional, hay 12 millones de armas ilegales en el país. El Estado cívico-militar se le salió de las manos a Maduro.
Armar a civiles
Armar a los civiles siempre fue un elemento vital para la supervivencia del proyecto político revolucionario, según el fallecido Hugo Chávez. Por eso, después del fallido golpe de abril de 2002, su gobierno comenzó la creación de una milicia: un cuerpo de civiles preparados para defender el proyecto político ante cualquier amenaza, una especie de ejército del pueblo preparado para una guerra de resistencia.
Para ello introdujo desde 2004 una nueva doctrina militar (que transformó la seguridad en Venezuela), respaldada por un entramado de leyes que dieron luz verde a la primera Milicia Bolivariana, un elemento que Chávez elevó casi al nivel del Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional.
Según él, esa quinta fuerza podría llegar a ser de un millón de personas, pero hasta ahora los milicianos suman 500.000 “cada uno con su fusil garantizado”, según dijo Nicolás Maduro dos días antes de la marcha.
Esos milicianos fueron quienes salieron ayer, miércoles, a las calles de Venezuela para defender el Gobierno de Maduro y reprimir las marchas de la oposición. A ellos se les atribuye la muerte de los dos jóvenes asesinados.
Maduro activó un operativo militar y policial, según dijo, para “derrotar el golpe de Estado de la derecha apátrida”. “Hoy pretendieron asaltar el poder y los hemos derrotado otra vez, a los golpistas, a la derecha corrupta”, expresó el presidente, al anunciar la captura de 30 personas con supuestos planes para desatar hechos de violencia. Según él, el operativo cívico militar fue un éxito. Los números, como siempre, lo desmienten.