¿Cuáles son los jefes helicópteros?
¿En algún momento has escuchado hablar o leído sobre los «padres helicópteros»? Son esos padres que se la pasan revoloteando encima de la cabeza de sus hijos, planificando su vida, sus relaciones, su futuro y sueños.
Desafortunadamente este concepto llega hasta la esfera laboral, y no precisamente añadiendo solidez y ganancias para una empresa.
Con el fin de que «sigan el camino correcto», estos jefes sobrevuelan el espacio de trabajo de sus empleados para comprobar cómo realizan sus tareas, asegurándose de que lo realizan de la «única forma correcta de hacerlo», que es como él piensa que es.
Algo así como «supervisando», aunque más bien se podría decir vigilando, desde la designación de tareas hasta su ejecución, haciendo pensar a su equipo que no están lo suficientemente capacitados para hacerla.
Pero ¿para qué mentir? a ningún empleado le gusta o inspira un «supervisor» que se pueda convertir en una persona estresante, intensa y desconfiada.
En todas las esferas de la vida, la confianza es primordial, y en el aspecto laboral no se queda atrás.
Si no hay estimulo ni autonomía ni desarrollo personal y profesional para el empleado, ¿cuál es el resultado? Un equipo con baja motivación para ejercer su labor.
Existen diferentes tipos de liderazgos, eso está claro, pero un líder que se considere el «de todito» fractura la productividad y el crecimiento de su negocio, generando consecuencias negativas en cuanto a finanzas se trata.
Antes que un equipo de trabajo, hay un cuerpo humano que impulsa el motor social y laboral, indispensable para el sostenimiento y desarrollo de cualquier negocio.
Si esta premisa es tan cierta, ¿por qué aún hay tantos jefes helicópteros volando en el aire? Porque la confianza entre la labor jefe-empleado todavía es baja o nula en las empresas.
Un buen consejo, si tienes un jefe helicóptero es mejor optar por ser proactivo, mantener tu imagen y tu presencia laboral, sin dudar de tus capacidades laborales y personales.
Tu mejor huella es hacer un 20 de 10.