Corea del Norte advirtió el lunes que respondería a «actos imprudentes de agresión» por parte de Estados Unidos, con «cualquier método que EE.UU. quiera tomar», mientras un portaaviones estadounidense se dirige hacia la Península de Corea.
El Pentágono envió el USS Carl Vinson -de 97.000 toneladas- con una escolta de crucero de misiles guiados y dos destructores, después de que Corea del Norte efectuara otra prueba de misiles la semana pasada.
De acuerdo con una declaración proporcionada por funcionarios en Pyongyang, la «nefasta situación actual» justifica «capacidades de autodefensa y de ataque preventivo con la fuerza nuclear en el centro».
«Haremos a EE.UU. plenamente responsable de las consecuencias catastróficas que puedan ser provocadas por sus actos insensatos», según la declaración.
Se espera que este martes, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, asista a la Asamblea Popular Suprema, una reunión de alto perfil de las figuras políticas más importantes del país.
La reunión se produce días antes de que Corea del Norte celebre el cumpleaños -el 15 de abril- del fallecido líder Kim Il Sung, el abuelo de Kim, en medio de especulaciones de que Pyongyang va a marcar la ocasión con una prueba de misiles o posiblemente un dispositivo nuclear.
Capacidad del grupo de ataque de EE.UU.
Con más de 5.000 marines y 60 aviones, el USS Carl Vinson va acompañado por los destructores de misiles guiados USS Wayne E. Meyer y USS Michael Murphy y el crucero de misiles guiados USS Lago Champlain.
Las naves y aviones proporcionan una potencia de fuego y capacidad de ataque significativa, pero balanceando las opciones militares disponibles con el potencial de represalias por parte de Corea del Norte presenta un escenario complicado para el presidente estadounidense, Donald Trump.
China, el aliado más cercano de Corea del Norte, ha presionado a EE.UU. para entablar negociaciones diplomáticas directas con Corea del Norte.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo el domingo que Beijing entiende lo peligroso que es el programa nuclear de Corea del Norte y que está de acuerdo en hay que tomar medidas para detenerlo, pero China no ha dado señales de ningún cambio en su enfoque hacia Pyongyang desde la reunión entre los presidentes Trump y Xi Jinping la semana pasada.
Muchos analistas creen que el movimiento de los buques de guerra de Estados Unidos probablemente es de naturaleza defensiva, preparándose para un escenario en el que el grupo de ataque Vinson podría ser llamado para realizar una interceptación de misiles.
Los tres buques de guerra de escolta que viajan con el Vinson están equipados con el sistema antimisiles Aegis, según Bruce Bennett, analista de defensa del think thank Rand Corp.
«Si Corea del Norte iba a probar cierto número de misiles balísticos disparándolos en el Mar del Este/Mar de Japón, estos buques de guerra tendrían el potencial de interceptar el misil de prueba de Corea del Norte», dijo Bennett.
Capacidades ofensivas
El gobierno de Trump ha planteado la idea de llevar a cabo ataques preventivos contra Corea del Norte, pero el alcance y el método de posibles acciones ofensivas siguen sin estar claros.
La fuerza aérea del Vinson, compuesta por más de 40 F/A-18 Hornets, proporciona la capacidad de atacar objetivos enemigos con bombas o misiles mientras los aviones F/A-18G Growler tienen la capacidad de atascar radares enemigos, interrumpir la vigilancia electrónica y proporcionar «cobertura» para atacar a los aviones enemigos.
Pero la fuerza aérea a bordo del Vinson no está óptimamente equipada con el armamento necesario para un ataque contra el programa nuclear de Pyongyang, algo que los analistas consideran muy improbable.
«Debido a que Corea del Norte coloca la mayor parte de sus activos bajo tierra, será difícil para el grupo Vinson hacer mucho daño a Corea del Norte», dijo Bennett.