El mundo de los videojuegos no está exento de detractores, pero Kyle Giersdorf, conocido como “Bugha”, tiene tan solo 16 años y desde el mes pasado, es multimillonario gracias a que ganó la Copa del Mundo Fortnite.
Pero para llegar hasta tal punto, es necesario jugar, por ello la mayoría de los competidores a menudo juegan dentro de 8 a 16 horas cada día.
Anucha Jirawong, también conocido como Jabz, es un jugador profesional de 20 años de Bangkok y estaría presente en el mundo de los videojuegos desde que tenía 13 años, cuando jugaba entre semana aproximadamente 7 horas y los fines de semana, 13 horas.
Pero ahora que se volvió profesional, su agenda es aún más intensa. Si antes su día es esencialmente: comer, dormir, jugar, repetir, ahora, ¿será peor?
A pesar de que la competencia «cambia la vida», hay inconvenientes en el camino.
Pues luego de estos intensos períodos de juego, las consecuencias tanto para la calidad del juego como para la salud de los jugadores, se ven afectadas.
Los jugadores se enfrentan a severas críticas en el escenario porque además de que en el escenario se ve cada error tóxicamente, también son analizados por Reddit, Twitter y otros foros en línea.
Recordemos la escena en el Evolution Championship Series (Evo) en agosto pasado, cuando el principal competidor Justin «Plup» McGrath tuvo un ataque de pánico en el escenario.
Hasta el momento, no se han realizado estudios importantes sobre los riesgos para la salud mental de los juegos profesionales, sin embargo, muchos expertos lo han relacionado con ansiedad y agotamiento. La mayoría de los jugadores profesionales se retiran antes de llegar a los 25 años.
No obstante, el juego tiene sus controversias. Este es un deporte relativamente joven, por tanto los equipos y las personas deberían de enfocarse más en la práctica de calidad, no de cantidad.
