El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció este miércoles el inicio de la operación militar turca contra la milicia kurda de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
Esta operación tiene como objetivo, según Erdogan, «los terroristas de las YPG y de Dáesh (acrónimo árabe del grupo Estado Islámico)» e implementar una «zona de seguridad» en el noreste de Siria.
«La zona de seguridad que vamos a crear va a permitir el retorno de los refugiados sirios (que se encuentran en Turquía, ndlr) a su país» agregó.
Coincidiendo con este anuncio, se escuchó una fuerte explosión en la región Ras al-Ain, en la frontera entre los dos países.
En efecto, el portavoz de las Fuerzas de Siria democrática (FSD), Mustafa Bali, confirmó que aviones turcos han comenzado a bombardear zonas civiles en el noreste de Siria.
El presidente estadounidense Donald Trump pareció dar su luz verde el pasado domingo a esta operación turca, antes de rectificar sus palabras y asegurar que Estados Unidos «no ha abandonado a los kurdos», que desempeñaron un rol crucial en la lucha contra el EI.